¡VAMOS A EMAÚS!


¡VAMOS A EMAÚS! (SUFICIENCIA DE LAS ESCRITURAS) 

Por varios meses estuve orando y pensando cómo y bajo qué categoría escribiría más específicamente una refutación a la teoría de la Iluminación del Espíritu Santo. En su momento logré pensar en una docena de cosas que podían ser refutadas, pero entonces perdería la magia de poder argumentar de forma positiva. Esta sección dedicada a exaltar la palabra de Dios es sin lugar a duda la ideal. En camino a la aldea llamada Emaús al oeste de Jerusalén, ciertos discípulos caminan con lo que ellos pensaron era un forastero. En la conversación sale a relucir que  uno de aquellos dos se llamaba Cleofás (Lc.24:18). Luego al revisar el relato de Juan observamos que la esposa de Cleofás estuvo contemplando la infamia más grande del hombre al colgar en una cruz al santo hijo de Dios para luego darle muerte. Lo que explica muy bien el  porqué Lucas incluye el detalle del nombre de solamente uno de los dos caminantes y como es que este conocía estas cosas sino es por su esposa.EMAÚS

El relato continúa y nos muestra cómo es que ellos lograron reconocer al Señor. El versículo 27 nos muestra que desde Moisés pasando por todos los profetas les mostraba lo que las Escrituras decían de él. Vaya, parece que teniendo todo el poder después de haber vencido la muerte, el Señor está escogiendo “abrir la mente o entendimiento” mediante la palabra escrita. ¿Acaso no podía haber otras maneras…mucho más… novedosas? Por supuesto que sí, claro que tenía todo el poder para desafiar la naturaleza, sin embargo, es trascendental la elevación que le hace al autor del Libro, el Espíritu Santo.  Es que, si el Espíritu no fuera el autor y estuviera viendo a la Biblia como un libro común, entonces no tendríamos este conflicto no habría necesidad de escribir tanto. La iluminación que ellos necesitaban, vino del Espíritu, es verdad, pero mediante su obra escrita.  Las declaraciones del v.32 son remarcables porque notamos una secuencia:

§  Primero: Abrir las escrituras” v.32

§  Segundo: “Abrir los ojos” (es decir el entendimiento) v. 31

§  Tercero: “Abrir el corazón” v.32.

Considero que, al ordenar los hechos de forma cronológica, encontramos el arreglo anterior, lo constituye un orden repetitivo en muchos de los relatos trascendentales en el N.T de la obra de Dios y el rol del Espíritu en la salvación del hombre.

El v.32 también nos informa que el corazón de ellos ardía y menciona dos elementos: 1) Mientras les hablaba en el camino” y 2) “cuando nos abría las Escrituras”. Observe con detenimiento que cuando les hablaba usaba palabras y cuando les abría la escritura igualmente eran palabras ¿En dónde vemos una conexión mística sobrenatural? La iluminación sobrenatural del Espíritu, tal y como algunos lo quieren ajustar, está ausente en la evidencia que sustentó de fe a los del camino de Emaús. De cierta forma es el camino en el que deseo transitar, un camino que provee evidencia indubitable para que descanse la racionalidad.  Imagino que fue de gran alivio para estos hombres que su fe fue sustentada de tal forma con aquel libro con el que posiblemente estaban familiarizados.  Realmente Jesús aparece en cada libro del Antiguo Testamento, y es el centro del tema de redención. Esa es toda la iluminación que necesitamos para ser salvos (Jn. 8:24; 14:6; 20:31). Cuando la verdad acaricia el intelecto, los sentimientos deliberadamente se someten a las conclusiones formadas por la razón. Casi al finalizar el relato, el Dr. Lucas fiel a su estilo reporta que esos dos discípulos tenían información que había aparecido a Pedro. La conexión se da cuando ellos regresan con apuro a donde estaban los once reunidos con los demás incluido Pedro. ¿Qué tenemos?

A.    Que, de todos los discípulos, aparte de Judas, Pedro fue quien cayó más bajo negándole, pero a él se le aparece el Señor. La conclusión lógica para quienes conocían a Jesús es que ese precisamente fue el mensaje y su esencia divina.  ¿Qué acaso había otro mejor apóstol para perdonar? Pedro era el indicado, esos del camino de Emaús juntaron la evidencia… ¡fueron razonables!

B.    El instante en que partió el pan, fue cuando lo lograron reconocer. Sin embargo, él ya había manifestado su intención de apartarse del camino, pero ellos le rogaron que se quedara con ellos.  Al final del día estos hombres podían ver hacia atrás y entender que todo fue a propósito y que la razón que se había quedado era precisamente para poder partir el pan y que ellos lo reconocieran.  Si tuviera una obsesión con las premisas lógicas lo vería más o menos así.

Solamente a través del partimiento del pan ellos lo reconocerían.

–Jesús decide quedarse para partir el pan con ellos.

 –Por tanto, concluimos que Jesús quería ser reconocido.

Deseo que observe necesariamente que existe un proceso de racionalidad que el mismo Jesús estaba construyendo para que pudieran ver por lo que a todas luces no le falló. Ellos lograron ver ¡ellos fueron razonables!

C.    Por último, otro elemento vital aquí es el acto sobrenatural no solo de su resurrección sino de su nueva condición de glorificación. El v.29 informa que el día ya había declinado. Es decir, ya estaba oscureciendo. Luego de haber reconocido al maestro estos dos hombres volvieron a toda prisa de regreso a Jerusalén (no era común que los judíos viajaran de noche por lo que observamos la urgencia con la que viajaban).  Al llegar se encuentran con la noticia de que otros ya habían reportado lo mismo y Marcos menciona que ellos los apóstoles no creyeron. Juan relata en 20:19 que era de noche aquel mismo día… el primero de la semana es decir domingo (mismo día en que aparece a los dos hombres en el camino de Emaús ya que ellos mencionan es el tercer día ya” v.21) a la misma hora… al llegar la noche. ¿ Cómo fue que pudo estar tan lejos, en dos lugares distintos al mismo tiempo? De la misma forma que hizo retroceder a la muerte temprano ese día por la mañana, simplemente él es Dios. Realmente dudo que estos dos hombres hayan tenido algún grado académico en Filosofía o Física cuántica.  El principio de la Identidad fórmula básicamente que uno no puede ser dos personas al mismo tiempo y unido al principio de la no contradicción resulta imposible estar en dos lugares al mismo tiempo. Esta crisis del intelecto orilla a cualquiera a la única conclusión lógica posible… él es Dios resucitado ¡ellos fueron razonables! Aun cuando la razón no tenía solución a disposición.

Para finalizar esta sección, la teoría de una iluminación del Espíritu santo en tu vida, o aquella idea fanática de que el Espíritu Santo te va a Iluminar al predicar el domingo por la mañana, como si al cerrar tus ojos el Espíritu te susurra en silencio al subconsciente  su voluntad y estimula tus neuronas para que recuerdes lo que has estudiado, es una teoría sin fundamento. Creo que la doctrina calvinista y la iluminación del Espíritu Santo adherida a la misma después de todo no es tan convincente. Tal es el caso que me encontré con el comentario del Señor Warren Wiersbe quien profesó ser militante de la iglesia Baustista, sorprendentemente escribe lo siguiente en su comentario a nuestro texto en cuestión, él señala:

Mientras más hablaba Cleofas, más se condenaba a sí mismo y a su amigo por su incredulidad. ¿Qué más evidencia querían? Había testigos (incluyendo los apóstoles) que habían visto la tumba vacía. Ángeles habían anunciado que Jesús estaba vivo. Otros testigos le habían visto vivo y le habían oído hablar. ¡Las pruebas estaban allí!

“La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Esto explica por qué Jesús les abrió a estos dos hombres la palabra mientras los tres siguieron caminando hacia Emaús. El problema verdadero no estaba en sus cabezas, sino en sus corazones (ve Lucas 24:25, 32, y nota el v. 38). Podían haber debatido del tema por días y nunca habrían llegado a alguna respuesta satisfactoria. Lo que necesitaban era un entendimiento renovado de la palabra de Dios, y Jesús les dio esa comprensión. Les abrió las Escrituras y entonces les abrió los ojos, y ellos se dieron cuenta de que Jesús no sólo estaba vivo, sino que estaba ¡allí mismo con ellos![1]

Me encanta el énfasis de Warren a la palabra de Dios. De hecho el objeto principal de este artículo no es señalar el error solamente o plantar discordias, sino más bien con una fuerte voz pero amorosa, llamar a la racionalidad, la cordura y que juntos regresemos a la palabra de Dios que nos conformemos a ella y dejemos de un lado lo místico ilusionista e absurdo que ha rodeado las intenciones calvinistas a través de los años. Dios quiere abrir nuestro entendimiento y corazón mediante su palabra. ¿La abriremos nosotros?

 


[1] Warren W. Wiersbe, Valientes en Cristo: Estudio expositivo de Evangelio Según Lucas Capítulos 14–24 (Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente, 2005), 154.

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