Roma Y La Biblia


Roma Y La Biblia

Introducción

La leyenda cuenta que Rómulo y Remus fueron engendrados por Marte el dios de la guerra, siendo criados por una loba. Cerca del año 753 a.C ellos son quienes fundan roma. Las glorias de los sumerios, hititas, la babilonia de Hammurabi y los mejores periodos de Egipto, habían pasado y ahora Roma está en pleno auge. Estoy tentado a referirme a lo que el relato Bíblico que directamente aluden a roma como lo es el pasaje en Daniel 2:4046 pero ese no es tema asignado para hoy. También estoy tentado a mencionar a lujo de detalles como es que, en el conocimiento adelantado de Dios, permite a través del periodo intertestamental donde Aristóbulo II (rey de Judea y sumo sacerdote) fuera derrotado por el general romano Pompeyo quien incursiona en palestina y somete a Judea cerca del 63 a.C provocando el escenario en donde los judíos no iban a poder ejecutar a Jesús  por tener  como lo dice Charles F. Pfeiffer “el pie sobre el pescuezo”, ya que si ellos lo hubiesen ejecutado, las profecías con respecto a su arresto, sentencia y crucifixión hubiesen fallado, pero esto no es el tema que nos compete. De manera precisa abordaremos la relación que existe entre 3 elementos concretos; el imperio Romano, el relato Bíblico y por último la Resurrección de Cristo, esta lección es de carácter histórico, que podría edificar nuestro espíritu. Iniciemos:

FILOSOFIA ROMANA SOBRE LA RESURRECCIÓN

El animismo era la religión primitiva de Roma. Animismo significa que ellos creían que objetos podían ser dioses y que estaba ahí para ayudarles.  Con la caída de Grecia aún así su religión se preservó y luego roma adoptó muchos de los dioses griegos pero la creencia con respecto a la Resurrección no de los muertos como parte de la religión de los romanos no es clara. Lo que si tenemos claro es que al menos historiadores Romanos del primer siglo mencionan a Jesús como una persona física real o a los cristianos y sus luchar, estos dos historiadores son: Tácito y Suetónio. De manera despectiva Cornelio Tácito escribe: “Cristos el que originó el nombre, fue sentenciado a muerte por Poncio Pilato, procurador de Judea en el reinado de Tiberio. Pero la superstición perniciosa, reprimida durante un tiempo surgió de nuevo, no solo en Judea donde se originó el engaño, sino también en la ciudad de Roma”. (Anales XV, 44). El hecho de que se refiera despectivamente  más bien da un voto más de credibilidad.

Por su parte Suetonio también historiador Romano registra ciertas palabras que son altamente reveladoras de cual era la filosofía romana con respecto a la Resurrección, él dijo: “Nerón castigó a los cristianos  una clase de personas entregadas a una superstición nueva y engañosa” (Vidas de Césares, 26.2). El informe nos muestra que los cristianos morían y sufrían por su convicción de que Jesús había vivido, había muerto y que por último había resucitado de entre los muertos. Los Romanos realmente no creían en lo real de este evento. Pero desde el evento en Pentecostés, algunos judíos residentes de Roma habían ido pero no habían regresado porque se encontraron con el evangelio de Jesús. Algo estaba sucediendo, y roma tenía todavía que jugar un papel importante en el desenvolvimiento del plan de Dios y del relato Bíblico 

DOS MENCIONES DE LA RESURRECCIÓN EN ROMANOS

En el libro de Romanos encontramos la palabra Resurrección en dos ocaciones únicamente. Esto es particularmente excepcional considerando las 5 ocaciones que usó la palabra ἀνάστασις (anástasis) en 1 Corintos o en contraste con las más de 10 veces que es empleada por Lucas en el libro de los Hechos. El punto es que será mucho más fácil considerar el impacto de esta palabra a la Iglesia que se encontraba en una de las ciudades más importantes de aquel siglo; Roma. El texto lee:

que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo; a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Romanos 1:4–7 (RVR60):

El versículo 4 es el que contiene la palabra anástasis (resurrección), ¿cómo está la resurrección relacionada al imperio Romano y el relato bíblico en este versículo? El v.4 nos dice que Jesús fue declaro hijo de Dios con poder mediante la resurrección por los siguientes hechos:

1.     El vino como el Mesías prometido. No es lo mismo que un hombre resucite a que alguien quien vino como Mesías resucite. ¡Los Romanos no estaban exentos de saber esto!

2.     El sostuvo que era hijo de Dios pero con un grado de igualdad el Padre (Jn.10:30). Este hecho podría ser demostrado mediante los milagros que hizo. En Roma se atribuían cosas sobrenaturales a sus dioses, pero Dios en la carne, era algo nuevo. ¡Los romanos no estaban exentos de obedecer a él! (Rom.1:17).

3.     La Resurrección no fue una cosa ordinaria, Dios estaba detrás de esto.  El escándalo que causó este evento llegó por supuesto a Roma y aún a los iodos del emperador, tanto que después Nerón se encarga de ejecutar a Pablo porque considera esta doctrina como una amenaza tan magnifico imperio. ¡Los Romanos (cristianos) no estaban exentos de morir por esto (la resurrección) y por el (el resucitado) (Rom.8:18).

Por otra parte el otro pasaje se encuentra en Romanos 6 y dice de la siguiente manera:

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; Romanos 6:5 (RVR60):

Aquí nuevamente el vocablo es usado en un contexto figurativo donde se muestra el misterio del cual nos había mencionado en Efesios 3; siendo revelado y explicado en absoluta claridad y simpleza. Observemos el poder de estas palabras en la estructura básica de lo que llamamos premisas y que juntas forman un argumento. 1) En el bautismo se asemeja la muerte. 2) Cristo no solo murió pero al tercer día resucitó. 3) Por lo tanto en el bautismo también somos resucitados. Pero el versículo está relacionado a nuestro tema en 3 aspectos también, observe:

1.     Solo una vez.  El vocablo griego σύμφυτος (sumputos) aparece una sola vez en todo el Nuevo Testamento y significa: plantar o sembrar pero simultáneamente. Esta es la palabra que se usaba cuando dos arboles eran plantados al mismo tiempo. Pablo les recuerda a su audiencia Romana que si un grano (un alma) es tirada a tierra para que muera y sea sepultada IGUAL que Cristo pero en Agua, también resucite al mismo tiempo con Cristo para vida. 

2.     Y solo una vez. Igual que un grano solamente puede ser destruido una vez y solo una vez, el bautismo aceptado por Dios es hecho una vez y solo una vez. Cientos de personas levantas sus manos para “aceptar” al Señor… pero la figura es ajena, Cristo no murió solo por levantar las manos, ni tampoco fue sepultado de esa forma. No llevar a cabo el proceso adecuado que es “en la semejanza de su muerte” sencillamente resultará en condena eterna pues no habrá semejanza para su resurrección.

3.     En el centro. De alguna forma el bautismo que en el centro de todo. El pasado llega a morir ahí y el futuro nace de ahí. Si Cristo no hubiese muerto por los romanos de esta forma, y no hubiese sido sepultado así, no tendríamos semejanza de nada en los absoluto y el bautismo sería solo una zambullida ligera sin poder. No le damos las gracias a los Romanos, de damos las gracias a Dios por su conocimiento anticipado y su soberanía al utilizar a este imperio Romano a quienes ahora el evangelio entraba. 

EL IMPACTO DE LA RESURRECIÓN EN PERSONAS FISICAS DE ROMA

Podríamos por mucho referirnos a tantos personajes de Roma o ciudadanía romana que son recordados con facilidad tal como lo es Cornelio el primer gentil Romano convertido al cristianismo o incluso el mismo Pablo que contaba con esa ciudadanía. Pero en vez de eso fijaremos nuestra atención en el capítulo 16 del libro de romanos y observaremos en 3 partes algunos de estos romanos que habían abandonado las glorias de Roma para ganar a Cristo.

Por la resurrección de Jesús de entre los muertos en Roma alguno estuvieron dispuestos a todo.

1.     A exponer sus vidas (Priscila y Aquila vv. 3-4)

2.     A ir a prisión junto con Pablo ( Andrónico y Junias v.7)

3.     A tener la Iglesia de Cristo reuniéndose en su casa (v.14 y 15) 

4.     A trabajar mucho (María v.6)

5.     A llevar una carta (Febe v.1 y 2)

Los nombres de estos ciudadanos romanos prueban que el evangelio tiene poder tal y como lo afirma Pablo en Rom.1:16 para salvación de  judíos así como también de gentiles. Nombres tan judíos como Aquíla hasta nombres tan romanos como Hermes o Pérsida pone en evidencia el enorme amor de Dios. Por años hemos utilizado acertadamente el epitafio que aparece en Rom.16:16 para identificarnos en nuestra sociedad de confusión, pero el contexto de este versículo es la armonía y amor que  compartían las iglesias de Cristo en Roma y el amor expresado de otras congregaciones hacía ellos y viceversa. 

¿Quién lo hubiera pensado no cree? Una Roma llena de supersticiones desde su fundación, aquello de Romulo y Remus hijos de el dios Marte, criados por una loba hasta abrazar la verdad plena del evangelio en el inmenso amor de Dios al enviar a su hijo a morir también por los que estaban en Roma y quienes por el poder de su Resurrección habiendo cumplido con la obediencia al evangelio por el bautismo (Rom. 6) ahora eran libres y salvos. 

Pero tenemos que concluir. Note con especial atención a un personaje de entre estas 26 personas a las que llama por nombre, uno de ellos dará nuestra conclusión. 

CONCLUSIÓN 

Su nombre fue recogido y citado por un hombre que tuvo miedo por su vida pero luego encontró valor y fue tan útil para el cristianismo que escribió el relato de la vida de Jesús de acuerdo a Marcos. En Marcos 15 leemos de un tal Simón  de Cirene que ayudó a cargar la cruz de Cristo pero el era padre de Alejandro y de Rufo. En Romanos 16:13 Pablo lo menciona al lado de su madre la cual era como madre de Pablo también. ¿Qué tenemos entre ambos pasajes puestos juntos? Una familia que servía al Señor fielmente en Roma. Pero ¿Cómo conocieron de Jesús?. 

Una calurosa mañana Simón de Cirene venía del campo y se encuentra con una turba enfurecida y se acerca para observar, lo obligan a cargar la cruz de un hombre, mientras se acerca hay algo en el ambiente que no es normal. Tan solo a centímetros del Gran YO SOY creador del universo entero con el poder su palabra, Simón cumple su tarea y observa minutos más tarde que ahí en la cruz, el hombre no intentó defenderse, ni maldijo ni se quejó sino más bien parecía como su voluntariamente y por amor enfrentaba tan desgarrador tormento. El sonido de cada golpe mientras los clavos penetraban las muñecas de aquel irreconocible y masacrado hombre mientras gritaba con angustia “perdonarlos porque no saben lo que hacen”… Simón volvió a su casa pensando en lo que había presenciado, el terremoto, las tinieblas este hombre…. 

Ese domingo el terror se apoderó de algunos cuando la noticia circuló que había resucitado ¿Qué habría pensado Simón de Cirene al saber de que al hombre a quien ayudó realmente era Dios? ¿Cómo se hubiera sentido usted?. El libro de Hechos en el 13:1 dice que habían maestros en la iglesia en Antioquia y hace referencia a Simón como uno de ellos. 

Aquel encuentro con Jesús por “casualidad” cambió la vida de este hombre y su familia la cual servían a Dios en una ciudad única como lo era Roma. Terminamos con dos hechos extraídos de esto:

1.     Cuando uno realmente conoce a Jesús, es muy difícil olvidarse de él y seguir en una vida normal. Quizás muchos ahora mismo lo estén intentado pero en el fondo saben que no pueden olvidarse el cristianismo y La Paz que solo viene de conocerlo a él.

2.     Posiblemente haya alguien que vive en Roma (un caos, una vida llena de excesos, placeres, envidias, todo tipo de pecados) pero tu puedes ser la gloriosa Iglesia de Cristo ahí donde estás, y cuando busque al Señor y seas plantado con el para muerte en el bautismo, también lo será en su Resurrección para vivir en una vida nueva y desde Roma, amar y ser amado entre los hijos de Dios.

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