RAZONES DEL PORQUÉ PARTICIPE EN UN DEBATE PÚBLICO
Después de bastante tiempo de no escribir, siento que la práctica se ha alejado un poco de mi. Y no es para menos, noches y desveladas en preparación mental, física y espiritual ocuparon mi tiempo por varios meses. Al regresar a la escritura, no pude dejar de pensar en la pregunta que muchos me han hecho ¿porqué participar en un debate público? Considero que más allá de solamente hablar de una experiencia personal (que no pretendo hacer el punto central de este artículo) hay razones que la Biblia provee y que nosotros deberíamos también de considerar cuidadosamente.
Deseo iniciar mencionando que el mayor beneficio de una actividad de este tipo se la lleva uno mismo. En la preparación intensa y exhaustiva muchos de los puntos en cuestión quedarán en el intelecto para siempre. Sé que la preparación es importante todos los días, pero algunos de nosotros estudiamos mejor bajo presión. Hablando de eso, quizás el clavo que más impresiona es que las cosas que vas a decir podrían ser usadas en tu contra, y además quedarán grabadas y accesible en el internet a todo mundo. Como me gustaría que muchos colegas predicadores y yo sintiéramos esta presión cada domingo o cada clase que es transmitida por redes. La inmensa decepción se hace patente al entrar a Facebook y escuchar cada “cosa”, hermanos que no les interesa mucho prepararse y que parece más bien que están en un espectáculo, anotando quién los está visitando, mandando saludos o “complacencias al instante” por otro lado otros, entran a ver estos videos en vivo y dejan comentarios para ser saludados, considero que la palabra de Dios merece mucha más seriedad que estos “espectáculos” de saludos. Quien pierda de vista a Dios y su palabra e incluso ya no se ponga nervioso al exponerla, ha perdido de vista la enormidad y profundidad del sagrado libro.
Entonces enumeremos algunas razones concretas, correctas y bíblicas para ser parte de un debate público donde tenga que ver la palabra de Dios. ¿porqué participé en un debate?
1. Porque David se sintió indignado contra Goliat. El relato de 1Samuel 17 es enfático en decir que por muchos días, Goliat había estado retando a los ejércitos de Israel, hasta que un joven lleno de energías e inexperiencia lo escucha y le indigna como este hombre ofendía a los ejércitos del Dios vivo. Note como David, no actúa por encima de sus hermanos Israelitas, ni piensa que él es mejor mientras ellos son cobardes. El corazón de David estaba enfocado en Dios y no permitiría que un incircunciso ofendiera a Dios, pues el joven sabía quien era Jehová. A todas luces no fue la cosa más sabía a hacer, pero amaba a Dios y sobre todo Dios le amaba y por eso lo acompaña a la victoria. Estoy consciente que estar enfrente de otro hermano para un debate público no será la cosa más sabia en hacer, y también estoy consciente que muchos han procedido en amor en hacerle frente al opositor y para nada existe temor o miedo, pero públicamente la verdad debe de ser expuesta y aquellos quienes con osadía se atreven a tildarlos de mentirosos o evasivos, puedan encontrar un límite, o un freno.
2. Porque también es una muestra de amor. Pablo en Gálatas 6:1-2 llama a los cristianos a tener espíritu de mansedumbre a la hora de corregir o hacer notar el error. Estoy convencido que no basta solo con atacar, o señalar a alguien con doctrina errónea dentro o fuera de la Iglesia, sino que con espíritu de mansedumbre el error se haga visible. Amorosos pero firmes es la combinación más perfecta para lograr el correcto balance pero la disciplina que más me ha costado implementar. Un debate publico es una muestra de amor profundo porque Pablo, discutía en las sinagogas de los Judíos (Hechos 17:17) muy probablemente siguiendo el ejemplo de su maestro (Mateo 15). Alguien podría objetar: “Ellos discutían asuntos cruciales de salvación, el tema de ustedes en el debate pasado fue sobre las escuelas y sobre la ofrenda por lo que esos textos no aplican”. Considero que con la experiencia de otros hermanos, yo mismo desearía sentarme en la audiencia y ser un espectador y aprender otros hermanos, pero al cuestionamiento anterior mi respuesta es, ¡entonces hágalo usted con temas que tengan que ver con la salvación!, no se de qué forma, pero ¡Hágalo! Recuerde, otra forma de mostrar el amor es en la corrección pública de acuerdo con lo que dice Gálatas 6:1.
3. Porque uno da gracia a los que os escuchan. El pasaje en Efesios 4:29 nos orilla a tener una actitud constructiva: 1) hacia nosotros mismos y 2) hacía la audiencia. En un debate público cuando uno tiene las motivaciones correctas y la actitud de Cristo, la audiencia será edificada. Con más claridad la audiencia puede apreciar la verdad de Dios. Mostrar a Cristo en cada mirada y no atacar a la persona sino al argumento develará que si se puede diferir en amor y sobre todo presentar la verdad muy en alto. Esteban logró hacer eso en Hechos 7, mostró el contexto completo de lo que les diría de forma directa en la frase “vosotros resistid al Espíritu Santo…”. La audiencia no encontró gracia en él pero si en las piedras que levantaron para matarle. Como sea nuestra audiencia en el cielo, siempre encontrará gracia en nuestras palabras al usar de la actitud correcta.
4. Porque la fe debe de ser defendida. El Nuevo Testamento casi cada vez que menciona la palabra “fe” hace referencia al sistema de fe que trajo Cristo. Cada una de las páginas de los 27 libros de la última voluntad de nuestro Señor Jesús, son la fe de la que está haciendo referencia Judas 3 y de la cual hemos de presentar defensa ardientemente. En Filipenses 1:16 Pablo dijo que estaba puesto para la defensa del evangelio y en ese contexto dudo mucho que se esté refiriendo exclusivamente a (muerte, sepultura y resurrección). Por alguna “grieta” la idea de la nueva hermenéutica, se ha colado en la Iglesia del Señor, de que estas tres cosas son lo único que cuenta y que el resto es “legalismos”, “maneras” o “formas” hace crecer el peligro que la grieta gane ventaja y caigamos de la gracia al intentar ser justificados de una forma distinta a la estipulada en la escritura. Al afirmar que las otras partes del Nuevo Testamento no son de salvación y por lo tanto no merecen una defensa es desafiar las palabras de Pablo, pues él dijo que toda la escritura es inspirada por Dios (2Tim.3:16-17) y que toda la escritura es útil para enseñar, para corregir, y para redargüir. Note que no solamente aquellas partes donde se nos revela cómo ser salvo sino también el resto que nos ayuda a mantenernos salvos. Existe absoluta armonía con la instrucción de Cristo en Mateo 20:18-20 al mandar a sus discípulos a enseñarles que guarden todas las cosas después de su bautismo. Si el maestro dijo: “todas las cosas” seguramente lo habrá expresado porque el contenido del Nuevo Testamento de pasta a pasta es igualmente de importante que el plan de salvación. Entiendo a la luz de este contexto por qué el medio hermano de Jesús (Judas) escribe que hay que ser ardiente al defender este sistema de cosas al cual llamamos fe.
Considero que podría haber muchas otras razones, sin embargo deseo mantener este artículo lo más breve posible. Quienes hemos entrado en debates públicos para defender la verdad consideramos que la actitud es importante. Jamás la motivación debe de ser la fama sino poner la verdad en alto y el error en evidencia. La decisión la toma cada individuo pero nada podemos hacer contra la verdad sino por la verdad…(2 Cor.13:8). La verdad no pertenece a un hombre, sino que está contenida en el santo libro, accesible y libre para todo aquel que con corazón limpio mire hacia la perfecta ley, la de la libertad (Sant.1:25)