PREMILENIALISMO (3) EL RAPTO


PREMILENIALISMO (3) LA FALSA DOCTRINA DEL RAPTO

Nos compete en esta ocasión abordar la doctrina premilenialista denominada “el rapto de la Iglesia”. Recuerdo muy vívidamente acontecimientos en el ámbito religioso durante mi infancia. Por ejemplo; en una ocasión estaba muy animado para ir al pueblo de Upala en la noche ya que seríamos espectadores de una película, que tenía que ver directamente con el rapto de la Iglesia. Esa no fue la única vez que fui a “disfrutar” de estas películas. De hecho me convertí en un fan de ellas por el miedo que lograban suscitar en un niño de esa edad. Estas películas eran la forma de “evangelizar” entre el 2000-2005 de los evangélicos y no hay duda de que lograron convertir a muchos. Los años han pasado y ahora logro comprender la fantasía construida en estas películas dirigidas principalmente por Tim LaHaye y Jerry Jenkins quienes literalmente han “bombardeado” al mundo con todo el material producido por ellos, en inglés como en español.

el rapto

Nos compete en esta ocasión abordar la doctrina premilenialista denominada “el rapto de la Iglesia”.

Para el premilenialismo el rapto de la Iglesia como ellos lo han llamado es el momento en el que Cristo regresa en secreto, toma a los fieles y se los lleva al cielo mientras la tierra se sumerge en el caos por 7 años, periodo a lo que ellos han llamado “la gran tribulación”. Las fábulas podrían crear tal impacto en la mente de las personas que pueden terminar aceptándose como realidad, pero con el mayor respeto debido, el llamado “rapto” no podría estar en mayor contradicción con las santas escrituras, y a continuación las razones, por favor considere con nosotros:

Arrebatamiento, pero no rapto: El texto por excelencia para justificar que la palabra rapto es bíblica es 1 Tesal.4:13-18, “…seremos arrebatados…” la idea de encontrar al Señor en el aire al ser arrebatados no está mal del todo, lo que está mal y es el contexto dispensacionalista en el que el pasaje es forzado. En primera instancia el v.16 con claridad nos muestra que la venida de Cristo por segunda vez no será en secreto, desapercibida, o para un grupo selecto y que el Señor no será visto. En el correcto contexto de “arrebatados” la venida de Cristo será majestuosa, observable por justos como injustos (Apoc.1:17). Otro tremendo error del rapto en este pasaje es la de una resurrección corporal en tiempos separados distintos. La enseña con absoluta precisión del Nuevo Testamento es que habrá una sola resurrección de justos como de injustos (Hech.24:15). Jesús dijo que todos los muertos oirán su voz y que saldrán a resurrección (Jn.5:28). Entonces si habrá un arrebatamiento, pero no un rapto por ningún lado y mucho menos  de la forma premilenialista.

Contradicción directa a los pasajes de “el día postrero”.  Jesús mencionó en reiteradas ocasiones esa frase. Si no me cree, lea por usted mismo Juan 6:39-40, 44, 54; 11:24; 12:48.  Claramente el maestro con toda su absoluta autoridad y conocimiento anticipado anuncia que la resurrección se efectuará en “el día postrero”. Incluso enseñó que el juicio de los injustos será “en el día postrero”, eso estimado lector tira por tierra el premilenialismo y la doctrina del rapto, pues, si Jesús tenía razón (y vaya que la tiene) ¿Cómo harán los creyentes del rapto para conciliar el orden cronológico de: 1) juicio el mismo día afirmado por Jesús (día postrero)  2) ¿Juicio al final del periodo de tribulación o incluso ubicar el juicio de los injustos al final del “milenio”? Obviamente aquí hay un gran conflicto entre estas dos cosas que los premilenialistas deben arreglar con el Señor Jesús. La pregunta planteada por el hermano Robert Taylor Jr. Es apropiada al cuestionar: “¿Cómo puede haber días, meses, años incluso 10 siglos completos más allá de lo que Jesús llamó “el día postrero”? Los pasajes del día postrero en Juan están ahí como una refutación poderosa de lo que es la teoría del rapto”. (Robert R. Taylor Jr. Pág.30 La espada espiritual Vol.9 octubre 1977, Núm.1).

Contradicción directa a 2 Tes.1:6-10. El apóstol Pablo hace referencia a dos grupos en esta sección. Los que están protagonizando la persecución y aquellos que están en aflicción.  El correcto entendimiento de este pasaje es trascendental ya que estamos frente a un pasaje profético, es decir que aún no ha sucedido. El texto es muy fácil de comprender pues establece que unos serán recompensados con descanso y a los otros se les pagará con juicio. La adecuada pregunta sería ¿Cuándo? El pasaje responde “aquel día”. Tal como establecimos arriba, el rapto y las implicaciones de este simplemente chocan con una pared sólida de evidencia que sostiene los eventos finales en “UN SOLO DIA” ¿Para qué elaborar una compleja escatología, haciendo incorrecto uso de los pasajes, creando una serie de ilusiones en la mente de las personas ingenuas que se ven vislumbradas por la complejidad con la que los precursores tejen esta telaraña? El día del rapto para los premilenialistas será tan ordinario como cualquier otro  (pues será en secreto, según ellos)y los más importantes eventos tendrán lugar muchos meses y años después. Por cierto, la doctrina del rapto haría que Jesús regrese por segunda y por tercera ocasión a establecer (según ellos) el reinado milenial. Hebreos 9:27-28 solo menciona una segunda venida. ¿De dónde sale entonces la tercera venida? Amigo lector ¡Esa es una buena pregunta!

Contradicción directa a 2 Ped.3:10-12. Una vez más la santa inspiración puntúa “el día del Señor” vendrá como ladrón en la noche. Este precioso pasaje ha sido tomado por la gente del rapto para tratar de afirmar que al venir el Señor como ladrón entonces literalmente estamos frente a un rapto… No sé ni por dónde empezar amable lector, realmente en un sentido personal me impactó conocer la posición de los premilenialistas pues se les obseva razonar de manera retorcida. ¿Si la frase “como ladrón en la noche” no tuviera un símil (como) y el texto nos estuviera indicando esto de forma literal, haría tal declaración a Jesús un verdadero ladrón? La implicación al usar la palabra “rapto” estrictamente en el sentido dispensacionalista lo hace un ladrón de verdad. Creo que estamos en mutuo acuerdo que esto raya casi en blasfemia. La frase “como ladrón en la noche” no está haciendo referencia ni a la persona ni al evento como tal, sino a lo repentino del evento. ¿Será tan difícil de comprender esto desde un punto de vista lógico? Este no es el único problema para ellos en este pasaje. Observe conmigo que el texto afirma que ese día, “el día del Señor” los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos serán quemados ¿Cuándo será eso apóstol Pedro? ¡ESE MISMO DIA, EL DIA DEL SEÑOR!  Pedro no explica nada de los “dejados atrás” o de “la gran tribulación” ni mucho menos de “mil años reinando con los justos en Jerusalén”, porque sencillamente el planeta tierra ya no existirá más a causa de la catástrofe y la desaparición de todos los elementos en ese día. Muchos simplemente echarán por un lado las firmes declaraciones del Apóstol inspirado y seguirán proclamando su doctrina falsa, implicando así que Pedro fue un mentiroso y que el Espíritu Santo inspiró a él para escribir error.

            Permítame concluir esta sección afirmando que la doctrina del rapto es completa y absolutamente falsa. La palabra como tal no existe ni es mencionada por tan solo una vez en la Biblia. La Iglesia de Cristo se prepara para presentarse delante de Dios pura y sin Mancha (Ef.5?22-28). La realidad es que hemos de encontrarnos con nuestro Salvador un día, el día en el que junto a los hermanos que duermen ascendemos a la gloria eterna. No hay terceras venidas de Jesucristo, no hay segundas oportunidades, no hay un rato, no hay milenio pero sí hay esperanza de ir con Cristo por una eternidad cuando él aparezca por segunda vez y todo ojo le verá en aquel día. “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.  Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apoc.1:7-8).         

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