PREMILENIALISMO (2) LA DOCTRINA DEL “REINO” (LA IGLESIA)


PREMILENIALISMO (2) LA DOCTRINA DEL “REINO” (LA IGLESIA)

Esta es la segunda entrega de esta serie de estudios Bíblicos donde estamos analizando el premilenialismo; sus raíces, trasfondos y “tentáculos”. Muchos se han suscrito de forma permanente a esta filosofía que tanto ha distorsionado la palabra del Señor a través de las décadas. Para los que sostienen el premilenialismo, la Iglesia y el Reino son dos cosas completamente distintas la una de la otra y de acuerdo con ellos; Cristo vino la primera vez con “intenciones” de establecer un reino terrenal para reinar sobre el trono de David y como plan “B” entonces Jesús tuvo que establecer la Iglesia puesto que los judíos le rechazaron (distorsión de Juan 1:11).  Pero la verdad de las cosas es que la Iglesia única de Cristo estuvo en la mente de Dios desde antes de la fundación del mundo (Ef.1:3-4) y ningún hombre puede estropear los planes de Dios. Quienes lo han intentado más bien terminan colaborando en este Gigante ajedrez (Gén.50:20). Algunos pasajes como 2 Samuel 7:12-13 son base para entender el trasfondo con respecto a la promesa de que Jesús reinaría sobre el trono de David y la distorsión realizada por los premilenialistas para construir una fantasía futurista sin bases Bíblicas. Considere junto a nosotros algunos de los argumentos más fuertes con respecto a la Iglesia o el Reino:

Reino Iglesia

Para los que sostienen el premilenialismo, la Iglesia y el Reino son dos cosas completamente distintas la una de la otra y de acuerdo con ellos.

1.     El establecimiento del Reino mientras David aún durmiera.  La profecía en 2 Samuel 7:12 específicamente se refiere al reino, de hecho, indica que sería establecido mientras David aún durmiera. Los premilenialistas leen este pasaje (12-13) ignorando las cláusulas del mismo y dirigen su atención exclusiva al v.13 la frase: “…para siempre el trono de su reino”, aplicando inmediatamente la frase hacía el futuro al reinado Milenial cuando Cristo (según ellos) regrese y se establezca en la tierra para reinar sobre Jerusalén en el trono de David. Realmente el v.12 representa un problema mayúsculo para esta idea distorsionada por la siguiente razón. El texto dice: “Y cuando tus días fueren cumplidos, y durmieres con tus padres, yo afirmaré tu simiente después de ti, la cual procederá de tus entrañas, y afirmará su reino.” (2Sam.7:12). Esta profecía es cumplida en Hechos 2 cuando por inspiración Pedro apela a su audiencia, con respecto a David: “…Su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy” (Hechos 2:29-33). Tal cual, el reino (La Iglesia) fue establecido ese mismo día mientras David aún continuaba dormido con sus ancestros. La profecía no puede ser aplicada a futuro puesto que el premilenialismo plantea la resurrección de los justos antes de comenzar el milenio…eso implica que David también será resucitado (según ellos), y la profecía  quedará vacía. “Trono de David” indica su descendencia en la carne la cual todo el mundo podía revisar y concluir que Jesús era descendiente de David como lo decía la profecía ya sea por José aunque no era su padre biológico (Genealogía en Mateo 1) o ya sea por su madre María (Genealogía en Lucas 3). El “Trono de David” no significa el lugar físico donde reinó David (Jerusalén). Pablo lo menciona con claridad en un centenar de pasajes incluyendo Romanos 9:5: “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”.

2.     El establecimiento del Reino “en los días de estos reyes”. Daniel vio el reino de Dios en profecía 600 años antes de que Cristo viniera al mundo y en el 2:44, predice que sería establecido en los “días de estos reyes”. Para saber cuales reyes o reinos está haciendo alusión uno debe de leer el contexto y entenderá rápidamente que se refería a cuatro reinos mencionados ahí mismo, siendo el último de ellos en ser citado el reinado de Roma.  El imperio Romano como tal fue destruido hace unos 1600 años de nuestra era aproximadamente por los bárbaros, por lo que es imposible que la profecía de Daniel esté refiriéndose a un punto en el futuro, habiendo sido Roma el último en la mención de su profecía. Nuevamente el premilenialismo se equivoca por completo en la construcción de la fantasía futurística sin hechos comprobables. Me gustan mucho algunas razones del porqué la Iglesia y el Reino aluden a lo mismo citadas por el hermano Ed. C. Wharton en su libro “La Iglesia de Cristo” página 80-82, Ed explica:

A.   Jesús interrelaciona los términos (Mt.16:18-19)

B.    Los dos se componen de los santos (1Cor.1:2, Col.1:12-13).

C.    Se componen la Iglesia y el reino de hombres comprados por sangre (Hech.20:28, Apo.5:9-10).

D.   Los sacerdotes de la casa son los sacerdotes en el reino (1Tim.3:15, 1Ped.2:5, Apo.1:6).

3.     Algunos verían el Reino establecerse antes de morir. Marcos 9:1 Jesús dice a su audiencia entre los cuales estaban los discípulos que no morirían antes de ver el reino establecerse. Juan el que bautizaba claramente predicó que el reino de los cielos se había acercado. La palabra que se traduce “acercado” en Mateo 3:2 ἐγγίζω (engizōsignifica cercanía en tiempo. Juan el Bautizador no predicó nada nuevo, era un heraldo de lo que los profetas como Isaías (Is.2:1-4), Joel (Joel. 2), Miqueas (Miq.5:1-4) entre muchos otros habían visto. Jesús no fue un mentiroso, por lo que él estaba prometiendo a su audiencia inmediata en Mr.9:1 que tal evento sería llevado a cabo tal cual lo estaba mencionando y que de hecho lo fue al establecerse el reino o la Iglesia unos 3 años más tarde en el día de Pentecostés de los Judíos. Pretender algo distinto con respecto al pasaje de Marcos 9 y que el reino está aún por venir, sería implicar que existen personas con vida de más de 2000 años. Tal implicación demanda pruebas reales y palpables que son imposibles de proveer por lo que el premilenialismo ¡tiene que ser falso!

4.     Entonces ¿Cuándo inició el Reino de Cristo? Lucas inspirado registra las palabras tan peculiares de Pedro en Hechos 11:15 Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio” (HLM énfasis añadido). Permitamos que los Premilenialistas respondan a la pregunta ¿Inicio, de qué?,¿De la predicación?, no  lo creo, ya que ellos habían estado predicando tres años  junto al Maestro, la pregunta se sostiene ¿Inicio de que?. Es interesante resaltar el hecho de que Jesús con sus discípulos habían predicado de que el reino de los cielos estaba cerca (Mt.4:12), es más Jesús oró y animó a otros a pedir para que viniera el reino (Mt.6:9-15). Antes del día de pentecostés la Iglesia siempre fue referida como algo que vendría en el futuro (Mt.16:18). Después del día de pentecostés la Iglesia es referida como algo en existencia (Hechos 2:47). El principio al que hace referencia Pedro en Hechos 11 es el principio del Reino del cual Juan formaba parte cuando escribió estando en vida aún que sufría tribulaciones siendo compañero de los hermano en el reino (Apc. 1:9). ¿Cómo puede alguien estar en el reino en tiempos de Juan y Pedro y al mismo tiempo pensar que el reino será establecido en nuestro futuro?  Simplemente no es posible. (Nota: Por cierto que este pasaje de Hechos 11:15 prueba sin lugar a Dudas que los discípulos No recibieron el Espíritu Santo en Juan 20:19-23, sino hasta que llegó el día de pentecostés pues ese fue el principio del reino y el día en que se cumplieron las profecías incluida la de Jesús donde sus apóstoles con Matías incluido recibirían el Espíritu Santo).

Para concluir permítame subrayar que todas las profecías concernientes al establecimiento del reino y la Iglesia fueron cumplidas en Hechos 2. El premilenialismo queda completamente en deuda con los pasajes en cuestión. El escritor de Hebreos dice: Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”. Uno debe mostrar agradecimiento y servicio  no por lo que recibirá a futuro sino por lo que posee en el presente. La Iglesia de Cristo es ese reino Eterno de Jesús.

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