“Pienso luego existo” (René Descartes)
Pueden haber varios factores alrededor de esta icónica frase. Considero desde mi filosofía cristiana que Descartes lo que desarrolló fue un sistema de duda sistemática compleja buscando principalmente en el contexto de sus días desacreditar la existencia de Dios en vez de solo una frase para ser citada por los filósofos posteriores. Si realmente esto es lo que se buscaba, me temo por mucho que no funcionó. Algunos filósofos modernos como Anthony G.N. Flew en el debate público que duró varías noches con el Dr. Thomas B. Warren al Norte de Texas en 1977 hacía uso de esta filosofía para según él probar que Dios no existe. Hasta un siemple estudiante de primer ingreso de la carrera de derecho como yo, puede construir un silogismo impenetranble que afirma lo contrario a la “inmensa”sabiduría de Descartes en esta frase. Observe con migo:
- P.M Pienso luego existo.
- P.M. Dios piensa.
- C. Por lo tanto, Dios existe.
Descartes cuestionó su propia existencia, cuestionó los sentidos, incluso no podía estar seguro si su mano derecha al frente de él era real o tan solo una invención de su subconsciente. La única cosa de la que pudo estar seguro fue precisamente de que no podia dudar de su duda. Si usted duda de su duda estarás inmerso en una prision de la que no puedes salir. Esta es la inconsistencia número 1 que yo le encuentro al sistema de Descartes y toda la filosofía construida detrás de la frase. El Maestro expresó en Juan 8:31-32 que la verdad podía ser conocida, y es esa verdad la que nos provee la seguridad de los hechos. De regreso a la frase, note consecuentemente si estoy dudando necesariamente estoy pensando ya que la duda es un elemento del pensamiento. De la frase que nos compete y que ha hecho eco en latín “cogito ergo sum” lo mas importante es el “ergo” traducido literalmente sería “pienso entonces soy”. El “entonces” es una conclusión lógica subsecuente, por lo que Descartes podía estar seguro de otra cosa más… a saber; su existencia. Lo que expone su segunda inconsistencia, pues su método estaba basado en la duda y su propia existencia es afirmada en su frase. Puedo observar que la frase incluso suguiere una falacia. La “Post hoc ergo propter hoc” se trata de un tipo de falacia en el que se da por sentado que si un fenómeno ocurre después de otro, es que está causado por este, a falta de más pruebas que indiquen que eso es así. Quizás no intento afirmar que del todo la frase de Descartes es una falacia pero que fácilmente suguiere esto en principio. No se si en realidad debería de cuestionar este tema de la manera que lo hago y debería aceptar solamente la información brindada en clases de Filosofía que he recido, pero honrando la corriente racionalista de Descartes, estoy poniendo en tela de duda su sistema. De hecho lo expuesto anteriormente podría ejemplicarse de la siguiente manera:
- Pienso que existo, luego existo.
- Pienso que estoy cansado, luego estoy cansado.
- Pienso que soy joven, entonces soy joven.
- Pienso que soy un rey, luego soy rey.
- Pienso que soy un árbol, luego llego a ser árbol.
Puntualmente estoy convencido que hay 3 graves problemas con la filosofía de Descartes y su frase “pienso luego existo”:
I. Primero, “La insistencia en un estándar de certeza absoluta elimina el término medio de la evidencia razonable. La evidencia razonable es absolutamente necesaria para el pensamiento y para el sistema de convicción. Observamos que en la orden de ofrecer a su hijo Abraham tuvo tres días de viaje hasta la montaña en el Génesis 22 lo que le dio suficiente tiempo para dudar. En el camino de Emaús en Lucas 24 aquellos dos hombres nos revelan que en Jerusalén murmuraba y dudaban sobre todo lo que había sucedido en referente a la persona de Jesús, los tres días fueron necesarios para suscitar una duda razonablemente lo suficientemente necesaria como para provocar convicción. Un ejemplo más practico podría ilustrarse, cuando golpeo mi puño contra una pared, tengo un nivel insuficiente de certeza de que la pared es real, entonces, ¿qué nivel de certeza se necesita? Es un tanto absurdo. Los seres humanos necesariamente operan en un nivel de fe en sus sentidos, ciertamente suficiente y necesaria para la existencia humana.
II. En segundo lugar, “la insistencia en la claridad y distinción absoluta para la mente reflexiva escéptica elimina la consideración de cualquier aspecto en el que la realidad trascienda la representación completa y determinada”. De hecho, el hecho mismo de que Descartes supiera que sus sentidos ocasionalmente lo “engañaban”, demuestra que sus sentidos por lo general (típicamente) le proporcionaban percepciones precisas. La Biblia enseña que generalmente podemos confiar en nuestros sentidos, incluso al grado de pecar, reconociendo la necesidad de salvación y accediendo a la remisión de los pecados (p. ej., Génesis 13:15; Mateo 5:13; Hechos 13:44; Juan 20:24-30; etc.). El argumento de Descartes es inteligible solo si la naturaleza ilusoria de los sueños, por ejemplo, no inhibe nuestra comprensión general de la realidad.
III. En tercer lugar, Descartes no proporcionó una razón convincente al menos no en el ámbito racional, para rechazar la posibilidad de que un demonio estuviera colocando ideas falsas en su conciencia. Debido a que toda la evidencia de Descartes era racional y ninguna era empírica, su base para pensar que Dios existe era una idea “clara y distinta” de una Persona, “infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente”, “poderoso” . ¿Por qué esa idea no pudo haber sido colocada en la mente de Descartes por un dios que en realidad es engañoso? Descartes terminó donde empezó, pero no antes de intentar derrocar al empirismo.
Considero fuertemente que Kant pasó mucho tiempo en las proposiciones de Descartes antes de proponer sus teorías donde va a lidiar con lo empírico y también con el fenómeno neumático (todo lo que es espiritual) y que no va a negar del todo la existencia de este plano como tal. De cualquier cosa todas las cosas han llegado a existir (incluido el ser humano) gracias al creador de todas las cosas; el Dios de la Biblia. La explicación más fácil, la más lógica y la que puede ser demostrada es la de la deidad que ha orquestado nuestra existencia y es al mismo a quien debemos todo nuestro ser racional y pensante que nos separa de todos los demás serés humanos. El pensar es un regalo y al mismo tiempo una hermosa característica que nos relaciona directamente con nuestro Padre celestial. ¡Pensar en un don, no lo desperdiciemos!.