UNA DEFENSA A LA PALABRA “LIDERAZGO”

UNA DEFENSA A LA PALABRA “LIDERAZGO”

Estoy seguro de que muchos ni siquiera leerán el artículo a causa del desacuerdo. Está bien, no siempre tenemos que estar en acuerdo con todo, pero el propósito conciso es presentar una defensa para el uso de la palabra liderazgo aún cuando usted no esté en acuerdo conmigo.

Recientemente un hermano hizo rigurosamente énfasis en esta palabra y dijo “no estoy de acuerdo en usarla” así que tuve que cambiar la palabra y la conversación continuó. En el momento obviamente uno no desea ser contencioso y tener una discusión de una hora sobra una sola y llana palabra. Eso si considero que el tema amerita clarificación pues la actitud del hermano fue cortante en el usar de palabra “liderazgo”,  la reacción fue como si el peor pecado que jamás los hombres hayan cometido haya sido invocado en ese santo recinto. No es la primera vez ni el primer hermano que lo hace, no lo sé pero se siente como si yo me “estuviera perdiendo de algo” o estos hermanos saben algo que yo no. Así que sin más preámbulo le ofrezco 3 sencillos aspectos lógicos en la defensa del uso de esta palabra.

 

1.     CLARIFICACIÓN

Es verdad que las denominaciones no han ayudado mucho. Es también verdad que ellos usan la palabra “liderazgo” en un sentido no bíblico. La Biblia enseña con claridad como es que Dios ha organizado su Iglesia y el gobierno con el cual ella funciona.  Los apóstoles estaban de primeros en esta lista, pero muerto el último de ellos el gobierno inicia con los ancianos, diáconos, evangelistas, maestros, y en ausencia de ancianos y diáconos varones fieles.  Por ninguna parte leemos sobre un solo pastor a cargo, o una junta directiva que dirija la congregación ni mucho menos de un cuerpo gobernante llamado “liderazgo”. Cuando las denominaciones hablan de liderazgo se están refiriendo a su forma anti-bíblica de organización.  Sin embargo cuando seguimos los pasos de organización que prescribe la Biblia aquello puede ser llamado perfectamente de forma general el “liderazgo” de la congregación, aún cuando estemos haciendo referencia directamente a los ancianos pues precisamente el trabajo de ellos es liderar a la congregación hacia el cielo.  La palabra no debería de entenderse como un título sino como la descripción de un trabajo. Creo que la falta de madurez y visión bíblica podría llevar a alguien a “satanizar” la palabra en cualquier forma y cualquier contexto.

 

2.     CONCEPTO

Con todo alguien podría preguntar con firmeza ¿Dónde está el versículo que diga liderazgo? La respuesta deberá ser muy concreta. Simplemente no existe tal palabra en las escrituras pues es una forma reciente de expresión de nuestro castellano. La Rae (real academia española) define la palabra liderazgo en su segundo punto, como el ejercicio de las actividades de un líder.

Existen otras palabras que no se encuentran como tal en el sagrado libro pero su concepto si aparece, tenemos por ejemplo la palabra “autonomía” que significa gobierno local y todo lo que ello implica.  ¿Alguna vez has escuchado a alguien oponerse al concepto de esta palabra simplemente porque la palabra no aparece en la santa inspiración? Ciertamente una de las cosas más difíciles que uno se puede encontrar en el ministerio es la de ser consistente.  En lógica hablamos de la ley de la identidad; sencillamente presupone que si algo posee ciertas características bien definidas entonces ese algo simplemente es.[1] .  Un ejemplo sencillo de la ley de la identidad es: si camina como pato, tiene pico, plumas, come como pato y grazna como pato sencillamente es un pato. Si  el ancianado, lidera la congregación en la enseñanza, en el ejemplo, en organización, en amor y lidera la congregación hacia el cielo, sencillamente ellos son el liderazgo.

Entonces en un sentido estrictamente bíblico la palabra pude ser utilizada correctamente sin violar ningún principio establecido. El cuidado de no ir más allá de lo que la escritura dice debe siempre estar presente y es loable  pero sin cruzar la línea de hacer leyes e imponerlas cuando Dios no lo ha hecho. Claramente podemos usar palabras no bíblicas que tienen un concepto escritural y sean agradables al Señor.

 

3.     USO BÍBLICO

Por supuesto que existe un uso bíblico del concepto.  En Deut.1:13 el vocablo רֹאשׁ (ra) puede ser traducido como; jefe, cabeza,  príncipe, caudillo y líder.  Barry Magnun  hace notar correctamente lo siguiente: “Este pasaje es un resumen de Ex. 18:13–26 y  Núm. 11:14–17 de cómo Moisés asigna los roles de liderazgo  a otros en la comunidad de los hijos de Israel para poder descargar algunas de sus obligaciones administrativas.  Algunas de las leyes relacionadas con este servicio son repetidas aquí (compare Deut. 1:17; Ex. 23:2–3; Lev. 19:18)”.[2] Alguien podría argumentar que ahora estamos viviendo en el nuevo pacto por que debemos  volver nuestra mirada al nuevo testamento y tal reclamo es válido.

Pablo escribe en 1 Tesa.5:12: “ Os rogamos, hermanos, que conozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan”. Note con atención el uso de “presiden”. Si eso no es el concepto de liderazgo entonces me declaro ignorante del asunto.

En otros pasajes como Hechos 20:17 Pablo hizo llamar a los ancianos de la Iglesia. Pero claro que él conocía muy bien la palabra “ancianos” y de haber querido usarla, perfectamente lo hubiera hecho. En 1Tes.5:12, sin embargo usó “presiden”. Estoy convencido que en la Iglesia en Tesalónica no existía una forma distinta  a lo que Pablo había estado haciendo en otras Iglesias cuando constituía ancianos  (Hechos 14:23). Para nada se estaba refiriendo a una especie de “cuerpo gobernante” cuando dijo “os presiden”. El punto de este argumento es que aún Pablo usó en ocasiones (como en esta en especifico)  una palabra  distinta para referirse a los ancianos o hombres de fe que estaban trabajando en la obra del Señor en Tesalónica. El vocablo  griego προΐστημι (proistemi) puede ser definido como gobernar, presidir, luchar por, ocuparse en. No solo los ancianos estaban exhortando, no, ni tampoco solo ellos estaban trabajando y Pablo dice “los que trabajan”. En 1 Cor.16:16 había pedido a los hermanos a estar sujetos a hermanos que ayudan y trabajan. Claro está que en la primera línea están los ancianos pero el texto dice a “…todos los que ayudan y trabajan” (énfasis HLM añadido).  Por lo tanto es propio concluir que “presidir” o liderar está en línea con 1 Cor.16:16 para ser aplicado no solamente a los ancianos de una congregación local, sino a varones fieles esforzados que aman al Señor y su obra.

El asunto del uso de las palabras podría ser complejo en muchas ocasiones. Un hermano  solía repetir “las palabras tienen significado” y es verdad pero yo añadiría “también tienen contexto”. Si yo digo “liderazgo” en el contexto de la  correcta organización bíblica  no hay problema alguno. Sin embargo si uso “liderazgo” como título para  referirse a un cuerpo extraño ajeno al patrón de las escrituras entonces está mal y para nada defenderé esa posición. Pido prestada las palabras de Pablo en 1 Corintios 11:16 “Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”.

Referencias


[1] Warren, T. B. (1982). Logic and the Bible (p. 20). Ramer, TN: National Christian Press.

[2] Barry, J. D., Mangum, D., Brown, D. R., Heiser, M. S., Custis, M., Ritzema, E., … Bomar, D. (2012, 2016). Faithlife Study Bible (Dt 1:9–18). Bellingham, WA: Lexham Press.


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You Will Die, But You Can Live!

You Will Die, But You Can Live!

It is mid-September a I sit down to compose this article. COVID continues to ravage and wreak havoc amongst our families, churches, schools, communities, state, and nation. There is probably no one at this point who has not felt it’s deadly reach and results at least somewhere within their circle of family, friends, and/or acquaintances. And yet, as we all know, COVID is not the only thing that is continuing to take people’s lives. Average everyday people still continue to die daily from everything from cancer, to car crashes, to a thousand other causes.

live life

Do you want to live?

Although it may be hard for some to accept (even though they know that it is true), the fact of the matter is, that everyone is eventually going to die from something. “Flesh and blood cannot inherit the Kingdom of God” (1 Cor. 15:50). Even those who are alive when the Lord returns will still have to have their souls separated from their physical bodies in order for them to enter the spiritual realm (1 Cor.15:42-55). But either way, everyone is going to have to experience this separation of their souls from their earthly bodies, or, “die” (Eccl. 12:7).

The realization of this truth is one reason why we, as members of the Lord’s church, study, worship, and do the things we do, the very specific Biblical way in which we do them. Understanding that every single human being on the planet will one day have to leave this earth and appear before the judgment seat of God (2 Cor. 5:1-10), we spend what precious little Bible study and worship time we do have together, seeking to draw ever closer to, and developing an ever more intimate spiritual relationship with almighty God through His Son Jesus Christ (Eph. 5:8-21).

We do not believe that we should be wasting either our own or anyone else’s precious time with any other, more frivolous, and/or more worldly pursuits, when there is so much spiritually at stake – namely our eternal soul’s destination. Therefore, we do not seek to spend our time trying to draw a crowd or entertain through mirth, songs, skits, or drama; but instead, fully devote ourselves and what little precious Bible study and worship time we do have, to exploring, examining, explaining and obeying, only what Their word, the Bible, actually teaches – the Bible alone, which the Lord Himself said would be that which would judge us all on the last day (Jn. 12:48).

We make it our priority to follow the Apostle Peter’s divinely-inspired instructions (2 Tim. 3:16-17; 2 Ptr. 1:20-21), as seen in 2nd Peter. “…As His divine power has given to us all things that pertain to life and godliness, through the knowledge of Him who called us by glory and virtue… giving all diligence, add to your faith virtue, to virtue knowledge, to knowledge self-control, to self-control perseverance, to perseverance godliness, to godliness brotherly kindness, and to brotherly kindness love. For if these things are yours and abound, you will be neither barren nor unfruitful in the knowledge of our Lord Jesus Christ. For he who lacks these things is shortsighted, even to blindness, and has forgotten that he was cleansed from his old sins. Therefore, brethren, be even more diligent to make your call and election sure, for if you do these things you will never stumble; for so an entrance will be supplied to you abundantly into the everlasting kingdom of our Lord and Savior Jesus Christ… Grow in the grace and knowledge of our Lord Jesus Christ (1:3-11, 3:18).

To spend one’s brief earthly life consumed with either ignoring, seeking to avoid, or failing to fully prepare for that which is ultimately inevitable anyway, seems a rather sad and futile pursuit, when that event can instead be faced with the full peace, comfort, confidence, and assurance, that can only come through an in-depth knowledge of God, through an in-depth study of His holy word, does it not?

We all have an appointment with death. We all have an appointment with God. We will all have to face Him in judgement. Seeking to ignore, avoid, or evade it, will certainly not in any way change it – except to leave us totally unprepared for it.

If you are at all concerned about where you will spend eternity, and would like to begin to prepare for when your time does come to leave this world to go and face God, then please consider coming to get better prepared along with us here at the Lord’s church. Let’s study and get ready together, shall we (1 Thess. 5:1-11; 2 Ptr. 3:10-12)

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The Danger of Shallow Biblical Knowledge

The Danger of Shallow Biblical Knowledge

When I was a student at Freed-Hardeman University, the Mooresville congregation near Lewisburg, Tennessee wanted to send me to help spread the gospel in Georgia. Through one of teachers at the college, I made contact with the church in Savannah, and I preached in my first gospel meeting in an attempt to plant the church Statesboro, Georgia.

Stop talking

People of all ages would do well to talk less and listen more.

I was there for two weeks knocking on doors and inviting the people to the upcoming meeting. On the Sunday before the meeting began, I worshiped with the Bull Street congregation where W.F. Buffington was preaching. I will never forget what he said in that Sunday morning Bible class.

He was discussing a topic dealing with the application of Biblical truths to a moral situation. There was a new convert in the class who felt like he was a Bible scholar and continued to interrupt the older preacher. Brother Buffington was kind, but the young man persisted in his effort to interrupt the teacher. Finally brother Buffington had had enough so he said, “________, you are still too worldly to discuss this and you are not as smart as you think you are. The best way you can help this class is to be quiet and listen to what God says.”

I have thought of this often over the years and have found myself in a similar situation. People who have just a shallow knowledge of the Bible fail to remember what Paul says, “Knowledge puffs up…and if anyone thinks that he knows anything, he know nothing yet as he ought to know” (1 Cor. 9:1-2). The actions of that new convert are such a vivid illustration of that old adage, “A little knowledge is a dangerous thing.”

The wisdom of Solomon on this topic is seen in Ecclesiastes chapter five. “Walk prudently when you go to the house of God; and draw near to hear rather than to give the sacrifice of fools, for they do not know that they do evil. Do not be rash with your mouth, and let not your heart utter anything hastily before God. For God is in heaven and you are on the earth; therefore let your words be few.” To hastily speak in the house of God is to act as a fool. When it comes to Bible study, I think often about that new convert. Brother Buffington’s advice, “Let your words be few.”

So many times, we speak too rashly about spiritual matters, especially when our knowledge is shallow. As you study your Bible, listen to what God has said. It is foolish for anyone to add his own opinions about spiritual matters. Study the Bible. Study it often. Study it deeply. Then, humbly tell others about what you have learned.

I will never forget that young convert’s actions.

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How Important is Your Righteousness?

How Important is Your Righteousness?

Humans have a propensity towards “works righteousness.” We may not want to believe it, but deep down, most of us think we are playing a major role in our salvation. I think many Christians acknowledge the role Jesus Christ plays in our salvation, but the reality is we scour the Scripture to find things “to do” and then work real hard believing we play an important role.

righteousness earned

Salvation is not earned. You cannot add upon its worth.

Often, our works righteousness attitude is grown out of fear or pride. For those who live their lives in fear, every time something bad happens they believe it is because of something they did (or didn’t do well enough). They honestly believe their own actions brought about the “bad” thing. Friends, that would mean that for every day that they experienced something “good” they would honestly believe they earned/deserved it. That is not how God works and it is not God’s plan for man’s salvation.

Likewise, there are many who have the attitude, “Thank you, Jesus, for dying on the cross. Now, look at all this stuff I’ve done to add to your sacrifice.” A lot of this arrogance is fed by the church and is supported by the humanistic/narcissistic egotism that is prevalent today.

Here’s what I intend to teach my children regarding works righteousness.

At your very best, you will be nothing but a filthy rag compared to God. I don’t say that to hurt your feelings. I tell you that so that you can always keep the proper perspective of who God is and who you are. (You know we have not been parents who pamper and build false self-esteem.)

Allow me to back up what I said with Scripture: “But we are all like an unclean thing, and all our righteousnesses are like filthy rags; We all fade as a leaf, and our iniquities, like the wind, have taken us away” (Isaiah 64:6). God is telling you that at your very best you are nothing but a nasty pile of rags. Paul wrote, “As it is written, There is none righteous, no, not one” (Romans 3:10). A few verses later he added, “for all have sinned and fall short of the glory of God” (Romans 3:23). In other words, you ain’t all that.

There are many people who will be uncomfortable with what we are teaching you, because they honestly believe they can—by their own hands—add to what Jesus did on the cross. But the reality is salvation is only through Jesus Christ (see Acts 4:12; John 14:6). You are unable to add to His sacrifice and grace.

Many people comprehend this intellectually, but their gut still tells them they must check off so many boxes in order to be a godly Christian and go to heaven. Listen to what Paul wrote to Titus, “not by works of righteousness which we have done, but according to His mercy He saved us, through the washing of regeneration and renewing of the Holy Spirit, whom He poured out on us abundantly through Jesus Christ our Savior, that having been justified by His grace we should become heirs according to the hope of eternal life” (Titus 3:5-7).

To think that we add to Christ’s sinless sacrifice is to cheapen it. It brings Him down and elevates us. Paul admonished, “For by grace you have been saved through faith, and that not of yourselves; it is the gift of God, not of works, lest anyone should boast” (Ephesians 2:8-9).

So, does that mean we should just live our life however we want, and not try to do good? If you are asking that question then you are missing the point. When you truly comprehend how wretched you are, and what Jesus did for you, it should stir a desire in you to do good and follow after Him. It’s not that we are trying to work our way to heaven. It is that we are trying to pattern our lives after our Savior.

It is my prayer that as you deepen your faith that you will be on guard against this works righteousness attitude. Humble yourself, and remember who you are—and remember Who He is. For God so loved the world that He gave His only begotten Son…

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Dios es el Padre de la psicología

Dios es el Padre de la psicología

Yo no soy un psicólogo y no pretendo tomar atribuciones de ese tipo sin una licencia acreditada para referirme al tema. Sin embargo Dios es el Padre de la psicología y la Biblia el mapa donde está contenido todo lo necesario para vivir sobre esta tierra. Es importante darle a la medicina el lugar honorífico que merece pero honrar por encima de eso, la palabra de Dios y su suficiencia. Por la situación de salud mundial en las que nos encontramos no es raro leer cosas como el incidente del otro día donde una persona chocó su automóvil y luego se subió sobre él y se desnudó en plena vía pública. Pero en las condiciones de encierro y estrés ¿Qué otra cosa podría esperarse?.

psicología

Dios es el Padre de la psicología

En la Biblia aún los hombres de Dios experimentaron la tan llamada depresión. Elías, Moisés y Jonás se hubieran abrazado probablemente de haberse encontrado, al sufrir de los mismos síntomas. Moisés estaba haciendo mucho más de lo que Dios le había pedido y eso le estaba hundiendo la barca. Jetro su suegro le aconseja descargar parte de las tareas que tenía (Ex.18:1-20:23). El problema de Moisés era su excesivo trabajo en el que él no era indispensable todo el tiempo, en todos lados. Es fácil decirlo pero Moisés es el primero en el récord bíblico que solicita a Dios que lo mate puesto que ya no puede más (Nm. 11:14). Junto a Moisés leemos de 2 grandes profetas con la misma petición.  

Elías es el segundo, tenía un poquito alta su autoestima. Cabe notar que él era todo un ejército contenido en una sola persona, y nos es difícil leer el reclamo que le hace a Dios, cuando le dijo “…Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis Padres”.  (1 Rey.19:4). ¿Quién le había dicho a Elías que él era mejor que sus antepasados? , por su expresión en este versículo parece sugerir que el profeta pesaba muy alto de sí mismo. Algo no estaba bien con su espíritu. Y qué decir de Jonás… el pobre Jonás se caía al suelo solo porque el viento soplaba y pegaba en su cabeza mientras le rogaba a Dios que lo matara (Jon. 4:1-8). Los versículos nos dan la idea que Jonás era un tanto dramático, pero su problema principalmente era la falta de perspectiva. 

Es fácil señalar varios errores más pero por un momento notamos que cada uno de ellos venía saliendo de una victoria, ¿como es posible que después de hacer maravillas con Dios alguien pueda irse a esconder a una cueva o desear morir solo porque el viento y el sol le estaban pegando? Parece contradictorio y hasta risible, pero la verdad es que fueron tremendos hombres de Dios. Más allá de dedicar más tiempo en ellos volvemos nuestras miradas a como actuó Dios. No es posible por más que aconsejes a alguien, evitar la depresión, estrés, ansiedad, trastornos de alimentación o comportamientos adictivos si ya existen los antecedentes. Cabe mencionar que estos padecimientos son también llamados “trastornos de la salud mental” y por definición son afecciones de la salud mental que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Muchas personas manifiestan problemas de salud mental de vez en cuando pero realmente se convierten en un problema cuando los síntomas permanecen y van cada vez peor. En tal caso es mejor ver a un profesional lo más antes posible para no llegar a extremos con daños permanentes. Todo eso tiene arreglo si se detecta a tiempo, algunas personas no creen en la ansiedad o la depresión como una verdadera enfermedad, pero lo son, igual que una gripe, calentura o el mismo Covid 19. Sin embargo todo puede ser tratable y el propósito de este artículo, no es ofrecer una solución a estos padecimientos, sino más bien, educar espiritualmente a quienes conviven con pacientes o víctimas de estas tan horribles afectaciones. Observaremos la forma como Dios trató con sus siervos que tenían sin lugar a dudas en mi convicción personal trastornos emocionales, y así aprender nosotros de nuestro mejor Maestro; Dios.

  1. Intenta ser sensible. Dios no regañó a ninguno de sus tres siervos por la solicitud de muerte que le hicieron y por el enojo que manifestaron. Dios no se burló de ellos ni les dijo algo como “¡Supéralo ya!”. Dios fue paciente al entender a cada uno. Mientras nosotros “de este lado” podemos ver a un Jonás “dramático” Dios estaba dolido y escuchaba atentamente el corazón de su siervo. Lo que parece ser insignificante para nosotros, no lo es para la persona que lo está sufriendo, y uno puede ayudar más, escuchando solamente, y tratando de entrar al corazón del sufrido. La envidia es pecado porque uno no se alegra por el bien del otro, por el otro lado también el ser insensible, es pecado pues uno debería de sentir el dolor ajeno como en su propia carne, tal cual lo expresa Pablo (Rom. 12:15) “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Es curioso que el ser humano se conmueve por el llanto de un bebe que se ha golpeado la cabeza al caerse, pero muchas ocasiones nos quedamos “tiesos”al ver a otro ser humano abrumado por cosas de adultos, y a ellos los ignoramos. Necesitamos aprender a decir lo que Dios dice, pero también sin dejar de sentir como Dios siente.  Creo que eso tiene mucho que ver con la frase del maestro cuando dijo en Juan 13:34 “Un nuevo mandamiento os doy; que os améis  unos a otros; como yo os he amado” (HLM énfasis añadido).
  2. Habla menos y actúa más. Tenemos un mal entendido con respecto al sufrimiento humano. Algunos con buenas intenciones intentan consolar con palabras al que sufre. Una madre que llora la muerte de su hijo no dejará de sentir ese intenso dolor aunque le den palabras de ánimo y consuelo, llamadas o mensajes todos los días, ya que nada de eso traerá de regreso a su hijo. Uno no debe pretender hacer desaparecer el dolor de aquella persona como si su dolor fuese algo malo y pecaminoso. Ese fue el error de los amigos de Job, ellos por hablar  tanto terminaron culpando a Job de pecado cuando todo lo que debían de hacer era hablar menos y actuar más para con su amigo. En los sucesos con los tres personajes (Moises, Elías y Jonás) Dios primero actuó y después se dirigió a ellos con palabras. A Elías le mandó un ave que lo alimentara y lo dejó dormir, después hizo un despliegue de poder, el viento recio que partía las rocas y después el silbido apacible… simplemente es Dios actuando .A Jonás le construyó un “palco” para que descansara. En estos casos específicos Dios no habló mucho sino que actuó primero para luego dar la lección y el ánimo que necesitaban para seguir. El Proverbio lo explica muy bien. “No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.” (Pr. 27:10). En otras palabras no dejes a tu amigo solo y mucho más cuando este sufre, la segunda cláusula notamos la frase “tu aflicción”. Hay amigos que son excelentes,  los mejores que uno puede tener pero solo ¡Cuándo ellos están sufriendo!, la exhortación final, nos alienta a “estar presentes en el lugar físico” en vez de  solamente animar de lejos.  De hecho lo más espiritual que ahora uno puede escuchar es “oraré por ti”, la oración en sí es buena, pero no aplacó el hambre, ni sustituirá el abrazo que alguno necesita en el momento o simplemente la compañía por unos minutos. Santiago tenía tanta razón al escribir: “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (Santiago 2:15-16). Definitivamente que la fe sin obras está muerta. Aunque uno no comprenda qué son y en qué consisten los trastornos del alma o mentales, no hace falta ya que ni siquiera la misma persona ( en una gran mayoría de casos entiende lo que sucede con ella misma). Lo único que se necesita es que alguien esté a su lado aunque no tenga el mismo dolor, sin hablar mucho, o sin hablar nada, una acción cuanta más que mil palabras. En boca de Jesús él expresó: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mi” (Mt.25:35-36), cada una de estas necesidades provocan quebrantamiento del alma, el asunto no es solo hablar, en el pasaje observamos que el asunto es obrar. 
  3. Motivos para continuar. Es muy fácil perder de vista la perspectiva en el andar de este mundo. Dios les permite a sus siervos tener una perspectiva un poco más amplia de lo que era la realidad y sus planes. Moisés debía llevar al pueblo a tierra prometida, todavía tenía mucho por hacer. A Elías (quien se escondió por causa de Jezabel) Dios le va a dar un mensaje de Juicio sobre la misma mujer que lo buscaba para matarlo, lo encomienda para ungir a Jehú por rey de Israel y a Hazael por rey de Siria (1Rey. 19:16-18) además que le aseguró que habían muchas rodillas que no se habían doblado delante de Baal. Con esto Dios le está diciendo “no estás solo Elias, todavía tienes mucho qué hacer”.  Jonás por su parte debía de ver el resultado de su trabajo en la ciudad de Nínive, Dios le aseguró que tendría compasión de estos que no podían distinguir su mano derecha de su mano izquierda y aún se apiadó de los animales (Jon.4). En ocasiones es mejor no decir nada a personas que sufren con trastornos en el ánimo, pero sí vamos a decir algo es mejor proveer esperanza para el futuro y hablar de las motivaciones que un individuo podría encontrar para continuar en esta vida y ofrecerle a que expanda su visión del futuro.

Para los cristianos la más grande motivación es servirle a Cristo y vivir por él, ya que él murió por mí. El amor del que habla 1Co.13:1-10 consiste en dar. El egoísmo consiste en tener. Por eso la mejor manera espiritualmente hablando, para convivir o lidiar con hermanos o personas con alguna enfermedad mental es aplicar en su máximo esplendor el amor de Dios. Una persona incluso puede llegar a morir por alguno de estos padecimientos y en la lista, los predicadores del evangelio podrían ir de primero. El predicador local de su congregación necesita amor, cuidados y detalles así como también usted siendo miembro los necesita. Todos somos útiles en las manos de Dios enfermos o sanos, pero no todos están dispuestos a servirle a Dios mediante el cuidado de otros. Hay muchos niños y niñas que han sido abusados de muchas maneras en su infancia que arrastran trastornos mentales y que no les permite funcionar y vivir al máximo pues nunca han recibido tratamiento adecuado. Probablemente no seamos profesionales de la salud mental pero sí, ojalá podamos ser el puente para que otros tengan la confianza en nosotros y así podamos conseguirles la ayuda apropiada. 

Para finalizar en mi estimación personal uno de los pasajes más fuertes en el N.T es Juan 11:35 “Jesús Lloró”. Me encanta que en la división de versículos en este caso haya sido apropiada pues la frase casi que ha quedado aislada para darle el tono apropiado, ya que le da un énfasis a tan corta pero profunda expresión de amor. El Señor sabía que iba a resucitar a su amigo pero curiosamente aún así vemos a Dios llorando por un amigo. Aunque no lo veamos si somos amigos de Dios, Él llora por y con nosotros que somos sus amigos. Me alegra tanto poder servir a un Dios que es tan emocional y sensible al corazón del hombre y le interesa.  Tal como el título de un viejo himno en Inglés “Does Jesus Care?” (¿Le importa a Jesús?) la respuesta es sin duda alguna es que si, a él le importa todas y cada una de nuestras lágrimas.“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” (Sal.51:17). ¡No despreciemos aquello que Dios recibe, no recibamos aquello que Dios desprecia!.

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