¿SERVICIO O CIRCO?
“Hacedlo todo decentemente y en orden”(1 Cor.14:40). Aparentemente Timoteo estaba teniendo problemas para aplicar este principio en la Iglesia donde ministraba cuando 1 Timoteo fue escrito; esto es en Éfeso. Considero que hasta el mejor evangelista puede perder fuerzas y ánimo al lidiar con situaciones realmente complejas. En capítulo 2 observamos como uno de los principales conflictos es que en la adoración pública el orden se estaba perdiendo y las mujeres como los varones estaban abandonando sus roles y buscando el favor de la audiencia solamente.
Se me hace muy fácil relacionar estas dificultades a nuestra realidad. Estamos al borde del cierre del año 2021 y en la Iglesia del Señor en muchos lugares ha entrado el caos encubiertamente.
Recientemente observé un servicio de adoración en una congregación en México en donde el rostro de quien esté al frente no se aprecia, es imposible debido al manojo de cables, las cámaras, los soportes y lámparas que están alrededor del púlpito para tener una magnífica transmisión por Facebook o YouTube. Y muy en lo interior me surge una pregunta, que es más importante ¿edificar a la iglesia local o llegar a un montón desconocidos de los cuales no tenemos la seguridad que estarán en sintonía? El año 2021 fue sin duda alguna un año difícil donde nuevos retos se han asomado y el más grande ellos considero, es el “circo” que ha disfrazado de servicio.
No puedo para nada comprender cómo alguien puede tener y promocionar una escuela de predicadores funcionar como tal pero no tiene estudiantes y los instructores no tienen la experiencia ni tampoco la preparación. ¿Cómo puede alguien clamar ser instructor en una escuela para predicadores si él mismo no predica regularmente en una congregación local? Peor aún, ¿Cómo puedes nombrarte director de una escuela a ti mismo, cuando no tienes una facultad para dirigir y donde tú eres el único maestro, director, subdirector, secretaria y decano al mismo tiempo? Como si lo más importante es salir y dar una función espectacular a la audiencia virtual, ser reconocido por estos títulos…pero ¿y dónde quedó el servicio? Será que se nos están olvidando las palabras del Señor en Mateo 20:26 “…el que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor…” será acaso que ya olvidamos su ejemplo en Juan 13 cuando el maestro y Señor se humilló a sí mismo para darnos ejemplo y lavar los pies de sus discípulos. Le aseguro que si Jesús hubiera tenido cámaras no hubiera permitido que alguno de sus discípulos le tomara foto y la pusiera en Facebook. Con todo en nuestros días, observamos hermanos que van a visitar a enfermos moribundos y de repente se toman foto con ellos, todos sonrientes abrazando a aquella persona que está en coma, casi partiendo de esta vida. ¿Qué nos está pasando? Dónde quedaron aquellas alegrías internas que nos producía al hacer el bien a otros sin que la mano izquierda supiera lo que hizo la derecha. Las tiendas para los circos continuarán encontrando lugar en varios corazones vacíos para este 2022.
Quizás nos haga mucho bien mirar hacia el pasado. Escuchar aquellas voces de la restauración que por poco pierden el camino en sus intentos honestos, podría ser de gran ayuda para echar de una vez por todas a los circos que nos invaden. En la última voluntad y testamento del presbiterio de Springfield el hermano Barton W. Stone escribe:
Item: Queremos que nuestro nombre distintivo, con su título de Reverendo, sea olvidado para que no haya más que un Señor sobre la herencia de Dios y sobre sea sólo uno.
Item: Queremos que nuestro poder de hacer leyes para el gobierno de la Iglesia y ejecutarlas por medio de autoridad delegada cese para siempre, a fin de que la gente pueda tener acceso libre a la Biblia y adoptar la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús.
Item: Queremos que desde ahora, la gente tome la Biblia como la única guía segura al cielo y si se sienten ofendidos por otros libros que traten de competir con la Biblia, los arrojen al fuego si así les parece; porque mejor es entrar a la Vida teniendo un Libro, que teniendo muchos ser echado al infierno.
Item: Queremos que los predicadores y demás cristianos cultiven un espíritu de paciencia mutua; que oren más y discutan menos, y, mientras contemplan las señales de los tiempos, que busquen y esperen confiadamente que la redención ilumine la noche.
Item: Finalmente, queremos que todos nuestros hermanos lean su Biblia cuidadosamente, para que puedan ver su destino determinado en ella y se preparen para la muerte antes de que sea demasiado tarde.
Uno de los requisitos fundamentales para el servicio cristiano es hacerlo en silencio (Fil. 2:14-16) pues, solamente así es como se evitan las contiendas y las murmuraciones. Estos “ítems” escritos por el hermano Stone hace casi 200 años para disolver una sociedad que habían formado en torno a la restauración de la verdad son un bello ejemplo de lo que nosotros deberíamos también de apuntar. La edificación a cada iglesia local como prioridad se ha reemplazado por las transmisiones en Facebook y “si ellos quieren, pues que se conecten” afirman algunos cuantos que no han entendido el plan de Dios. La edificación a la hermandad en general es necesaria pero en el orden correcto establecido por Dios. Lo peor de todo esto es que centenares de cristianos prefieren ver un espectáculo de circo que la proclamación llana del evangelio de Jesús. La clase o sermón debe de estar cargada de chistes si no, pues … “fue aburrida”. En las actividades de Jóvenes lo que más debe de haber son juegos y si sobra tiempo quizás algo espiritual.
Dios nos ayude a servirle de corazón aún en tiempos difíciles, que nos aclare los oídos aún más para escuchar aquellas voces del pasado que siguen clamando por un retorno a la Biblia la única, poderosa e incomparable palabra de Dios inspirada. Es mi oración que el Señor nos fortalezca las manos para deshacer los circos que hemos construido o al menos pensado y regresemos al servicio en silencio como lo hizo el Maestro quien en ocasiones se apartaba de la multitud para pasar tiempo con su Padre. Ojalá que este nuevo año, nos traiga más oportunidades de servir a todos aquellos que no van a poder darnos reconocimiento por ello.
“Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma {cantidad.}” Lc.6:34 RV 1909.
Referencias
Juan Antonio Monroy. (1987). Historia y Documentos. Wichita Falls, Texas: Worldwide Spanish Literature
Versión de la Biblia Reina y Valera de 1909.