MAS ALLA DEL SOL


MAS ALLA DEL SOL

Mientras disfrutaba de la tarde en mi casa, observaba como el sol se oculta detrás de las nubes para regalarnos un espectacular atardecer. Sin embargo al contemplar este escenario y mientras las pupilas dilatadas se llenaban de lágrimas, vino a mi memoria uno de los más bellos himnos que solía cantar con tanta devoción cuando apenas tenía unos 14 años de edad. El himno se titula “Más allá del Sol”. Inmediatamente me trasladó a aquellos atardeceres que solía disfrutar completamente solo en mi intimidad con Dios mientras caminaba por los senderos de la finca de mi papá, ahí donde solamente los árboles y los dos perros que andaban conmigo podían escuchar.  Muchos años más tarde agobiado y cansado por la maldad de este mundo, por los malos deseos de los hombres y hasta burla por la gentileza y amor que expresan los cristianos la pregunta viene a mi mente de una forma muy distinta no como cuando tenía 14 años de edad. ¿Qué hay más allá del Sol? Suspiro por un momento, y nuevamente la vista se nubla y las lágrimas intentan retraerse… ¡Mas allá del Sol es donde quiero ir!.

sol

¡Mas allá del Sol es donde quiero ir!.

La Biblia provee información reconfortante para quienes hacemos la pregunta ¿Qué hay más allá del sol?. Más allá de las ciencias de la raza humana, y la “filosofía” de algunos incluso predicadores que parecen tener respuesta a todas las cuestiones emocionales y espirituales,  existe alguien que no fue a ninguna universidad reconocida ni se rige bajo las normas de los hombres. El es un ser infinito, único, soberano, cuyo poder no tiene inicio ni fin, su justicia es recta y de amor infinito. Dios el soberano del universo existe más allá del Sol, es decir más allá de las cosas que solamente podemos ver. En repetidas ocasiones Salomón utiliza la frase “debajo del Sol” en Eclesiastés, para describir aquello alcanzable por el hombre conocido y que aún falta por conocer, pero la frase muy usualmente va acompañada por “todo es vanidad”. Uno se pregunta: ¿como un hombre que tuvo mil mujeres, fue desobediente a su padre entre otras cosas malas que Salomón hizo pudo haber sido escogido por Dios para ser parte de los santos escritos?. De una cosa estamos seguros y es que nadie más adecuado que Salomón para escribir este precioso libro. Sabemos que Dios no lo mandó a pecar, Salomón probó de todo en esta vida, tuvo los lujos que su corazón deseó y siendo el hombre más sabio en el tiempo antiguo concluyó que el “todo del hombre” es temer a Dios y guardar sus mandamientos (Ecl.12:13). Algunos piensan que la felicidad se encuentra en casarse (ciertamente eso trae felicidad), después de casado todavía falta algo, y el hombre llena eso que le falta con el primer hijo. Una vez que tiene el primer hijo el tal es muy tedioso y busca un segundo hijo para llenar eso que le falta y así sucesivamente. El verdadero gozo no se encuentra en casarse, ni tampoco en estar soltero o quedar viudo. El todo del hombre es conocer quién es realmente Jesús y tener una íntima relación con él. En Juan 4:14  Jesús le dijo a una mujer samaritana que él era el agua de vida eterna y quien beba de él no tendrá sed jamás. Mientras que en  6:35 afirmó ser el pan de vida, al combinar ambas declaraciones nuestro corazón rebosa de dicha. En tiempos antiguos todo lo que usted necesitaba para sobrevivir era agua y pan y Jesús afirmó ser ambos. Esa es la satisfacción completa y única de la que Salomón hizo referencia sin tener mayor información en el 12:13.

La sociedad en la que vivió este rey no es muy distinta a lo que nosotros vivimos hoy. Salomón vio la injusticia cometida al pobre (4:1-3), una política despedazada (5:8), líderes incompetentes (10:6-7), personas culpables a quienes se les permitió cometer más crímenes (8:11), materialismo (5:10) y un deseo por los tiempos pasados (7:10). El maestro de todos los tiempos en esta línea de estudio hecha por Salomón con respecto a la sociedad, el mundo y todo lo que hay debajo del sol dijo: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mr.8:36). Salomón experimentó en la vida y se dio cuenta que no existe satisfacción duradera en las posesiones, placeres, poder o prestigio. El tuvo todo lo que quiso y en abundancia, incluyendo mujeres y aún así su vida estaba vacía. Pablo escribe en 1 Tim 6:17 que tenemos “…abundantes riquezas en Cristo Jesús”.En Cristo obtenemos todo lo que necesitamos para esta vida, para la muerte y para la eternidad. En Eclesiastés observamos un tono de pesimismo y desilusión de la vida. Estoy seguro que cada lector  ha sentido  al igual que este autor esa sensación al observar nuestra actual sociedad y el impacto que esta tiene en la Iglesia del Señor. Salomón no tenía la perspectiva de Dios ya que había decidido vivir a su manera, en su propio camino, le había dado la espalda al Señor e hizo todo cuanto deseo pues tenía todo el poder (humanamente hablando) para hacerlo. Salomón igual que cientos de miles hoy solamente están enfocados en lo que pasa debajo del Sol. Los verdaderos Cristianos del Nuevo Testamento observan y piensan muy seguidamente en lo que está más allá del sol. Este hermoso y bello himno de los “viejitos” que tenemos en nuestros himnarios lee tan bellamente de la siguiente manera en la última estrofa y su coro:

A todas las razas

del linaje humano

Cristo les ofrece,

plena salvación

También una casa

no hecha de manos

que está preparada

En la santa Sión.

CORO

Más allá del sol

Más allá del sol

yo tengo una hogar, hogar

bello hogar

más allá del sol.

 

En sus últimas palabras, Salomón en este libro finaliza con “broche de oro” él escribe:

“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ecl.12:14).  Muchas veces el hombre parece salirse con la suya en su pecado debajo del cielo pero viene el día en donde más allá del sol mora la justicia. Charles Spurgeon dijo que “el castigo eterno es un pensamiento que despedaza el alma”. Unas  6 ocasiones en este discurso Salomón nos anima a disfrutar la vida, pero en ninguna parte nos manda a disfrutar el pecado. El disfrute del presente depende de la  seguridad en la esperanza futura.  El apóstol Juan escribe: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (1Jn.5:12) Más allá del Sol hay algo más emocionante que nuestra mansión, más allá del Sol se encuentra aquel que obró nuestra redención, el cordero que fue inmolado pero vive para siempre …(Apoc.5:12).         

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