LOS PREDICADORES TAMBIEN SE DESANIMAN 


LOS PREDICADORES TAMBIEN SE DESANIMAN 

            A nadie le gusta estar triste. Realmente hay muchas razones por las que uno se puede desanimar y sentirse solo sin ganas de continuar. Para los cristianos es mucho más difícil. Uno no puede solamente renunciar y darle la espalda a todo lo que ha creído y todo con lo que ha soñado. Cuando en la puerta del ministerio el desánimo toca incansablemente, ¿que debe uno de hacer? Muchas veces uno cierra la puerta y no permite que entre, pero de repente la puerta es tumbada y es ahí cuando nos encontramos en serios problemas. El desanimo N.1 viene por las decepciones amorosas, pero también si usted es predicador el desanimo numero uno viene a causa de decir, servir y vivir en  la verdad.

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A nadie le gusta estar triste.

 Es interesante observar que en 1Rey.18 Elías acababa de experimentar una tremenda victoria para Jehová y su causa pero tan solo un tiempo después de haber matado tantos profetas falsos, él va y se mete en cueva. El hermano Robert Spurlin en su Libro “Nunca te rindas” pg.22 y 23 nos da 4 ingredientes para nunca darnos por vencidos, él recomienda: 

1.     Un amigo con quien puedas hablar diariamente.

2.     Alguien a quien le importes y que vaya a proveer cariño y animo.

3.     Hable con una persona que vaya a ser honesta y verdadera al dar consejo.

4.     Busca consejo de alguien que haya pasado por terribles problemas y haya salido victorioso permaneciendo.

5.     Lea y estudie Romanos 8:31-39. 

La vida del hermano Bod fue realmente difícil, él sabia de lo que estaba hablando sin lugar a duda. Permítame sugerir que el desanimo tiende a bloquear nuestra mirada del futuro. Puedo comprender a los predicadores que con lagrimas en las manos deben de ponerse de pie para deliberar el mensaje de Dios el Domingo por la mañana. He visto el dolor intenso cuando por ejemplo has enseñado a alguien intensamente la verdad o incluso a la Iglesia completa y luego de un tiempo cuando ya pueden sustentarse a si mismos y funcionar por si solos piden tu cabeza en bandeja de plata. Realmente uno puede desanimarse al punto de no querer predicar más, pero ¿como renunciar cuando tu exhortas a otros todo el tiempo a seguir adelante?. Trabajar con personas siempre va a causar dolor y desanimo a las personas, pero trabajar con Almas que quieren ir al cielo es mucho más complejo. 

Jeremías fue un profeta de Dios que fue un hombre amoroso pero fuerte a la exhortación del Pueblo. El predicó por poco más de 40 años. Nadie puede hablar mejor que Jeremías en el A.T en cuanto al desanimo de un predicador de verdad. Es de difícil aceptación el hecho de que una nación toda le de la espalda a Dios (Jr.6:16). Después de tantos y tantos años  en los que el Señor había sido fiel a su pueblo ellos simplemente decidieron no amar al Señor. 

Predicar es difícil y Cristo en el N.T dijo que estábamos en buena compañía cuando nos vituperaran, levantaran falso testimonio o hablaran todo tipo de mal contra nosotros mintiendo.

Como miembro en la Iglesia del Señor recuerda que tu predicador también se deprime y que necesita de tu amor y cuidado. Como predicador en la Iglesia del Señor recuerda que servimos al Señor y que todo lo que aquí pase valdrá la pena cuando estemos en gloria (Fil.3:20) 

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