¿PERTENECEN LOS “EVANGELIOS” AL NUEVO TESTAMENTO?
LOS “EVANGELIOS”! Quienes están a favor de afirmar que estos libros (a los que voy a continuar refiriéndome como los cuatro) lo hacen así por claras razones, desestimarlos como parte de la autoridad que la Iglesia debe seguir en cuestión de divorcio y nuevas nupcias de Mt.19 así como la instrucción de la disciplina en Mt.18 solo por mencionar algunas. Pero ¿Quién y cómo se determina si pertenecen o no al N.T.? La respuesta a esto en mi estimación es: la razón y el sentido común.
Aplicación profética
Si todo este asunto es construido con doble intención para sacar del juego a pasajes y doctrinas importantes contenidas en estos libros entonces estamos frente a intenciones obscuras y diabólicas. Debe de existir una aplicación profética a las palabras de Jesús sin duda alguna, respecto a lo cual Moisés dijo en Det.18:18 que se levantaría un profeta como él. Por cierto Jesús a parte de ser Dios y conocer el futuro está en la categoría de profeta. Hay un paralelismo muy remarcado con Samuel quien ocupó el oficio de profeta y juez al mismo tiempo. Existen esfuerzos que están claramente encausados para eliminar las enseñanzas de Jesús ya que el vivió en el antiguo pacto y por lo tanto estos libro pertenecen al mismo, creo que se despedazan todos esos esfuerzos en la persona de Jesús como profeta. Observe, si El fue profeta todas sus enseñanzas concernientes a la Iglesia (que todavía no estaba en existencia) son igualmente autoritarias por su calidad de profeta. Cualquier intento en descalificar a los 4 relatos como parte del Nuevo Testamento quedan si relevancia en la persona profética de Jesús.
La ley y los profetas hasta Juan…
Observé este argumento en el artículo de Wayne Jackson que lidia sobre el mismo tema. Su punto se basa en el texto de Lucas 16:16. La ley y los profetas son hasta Juan, de hecho en la poesía Hebraica principalmente en los salmos encontramos varios “selah” esto era un tipo de silencio para acentuar realmente lo que se había dicho. También había cierto tipo de silencio en la forma de puntuación hebrea que conocemos como niqud, estos servían como un tipo de signos diacríticos que señalan las vocales en el alfabeto hebreo entre otras cosas. Traigo todo esto a colación para indicar sencillamente que Dios en su infinita sabiduría colocó un silencio en el tiempo (periodo intertestamentario) para dejar acentuado la dispensación que termina y Juan el bautizador es la “introducción” del la nueva era que apenas habría de arrancar. Ignorar ese silencio y actuar como si todo es igual en la antigua ley es verdaderamente un abuso. Al respecto cito textualmente al hermano | Wayne Jackson en su pagina “Christian Courier” quien acertadamente dice lo siguiente:
Aunque este no es el lugar para una exégesis detallada de este pasaje, el texto indica claramente que el ministerio de Juan inició un curso preparatorio de instrucción, en vista del reino que se acercaba. Ese nuevo cuerpo de información contenía muchas verdades que serían aplicables y obligatorias con la inauguración del régimen de Cristo, como tal comenzó el día de Pentecostés.
Si Juan marca el inicio de un cambio de legislación, no veo una razón suficientemente fuerte para descalificar a los 4 relatos como parte del canon del Antiguo Pacto. Me parece incluso un asunto de sentido común al estar del “otro lado” del periodo del silencio, ubicarlo dentro del canon del Nuevo Testamento y no del viejo es la cosa más coherente que uno podría hacer.
La cuestión de Mt.19
Realmente no deseo hacer este artículo uno extenso. Pero aparte de haber mencionado este asunto brevemente en renglones anteriores deseo ser mas especifico aquí. La desestimación de los cuatro como parte del canon del Nuevo Testamento se realiza en la gran mayoría de ocaciones para desestimar lo que Jesús dijo sobre la única causa para disolver el matrimonio y volver al contraer nuevas nupcias. Sin embargo en lo que Jesús dijo la frase “pero yo os digo” dicta el sentido de pertenencia de esta nueva legislación nunca antes vista en el antiguo pacto. De alguna forma los fariseos estan intentando encerrar a Jesús en lo que Moisés había dicho. El Señor le da al clavo al devolver la cuestión al Genesís en el plan original de Dios. De esta manera resulta completamente irrelevante si el libro entero pertenece al Nuevo o al Antiguo, el comentario de Jesús conduce nuestra atención al diseño original planeado en la mente de Dios. Sus palabras no provenían de la ley de Moisés ni mucho menos. Si el intento principal era desestimar a los 4 para escaparse de nueva ley de Cristo sobre matrimonio y divorcio, lamentó decepcionar a muchos pero no fiuncionó.
Indicios de pertenencia.
Todos los indicios que existen apuntan precisamente a que estos 4 relatos deberían de pertenecer al Nuevo Testamento y no al antiguo. Más precisamente podemos observar 4 indicios espero puedan servir como ejemplo:
Indicio N.1 La gran comisión. La gran comisión es una de las cosas que se pueden observar como indicio. En Mt. 28 este gran encargo es dado para esparcir la semilla del reino. En el sentido estricto del concepto, si este libro no fuera parte del canon del Nuevo Testamento entonces la conclusión lógica sería que aquí se está pidiendo esparcir la semilla del judaísmo. Quienes insisten en que los 4 sean excluidos de canon neotestamentario no les agradará encontrarse en esta encrucijada lógica en lo absoluto.
Indicio N.2 La disciplina. Este punto no puede escaparse de nuestro enfoque. Lo que Jesús instruyó en Mt.18 para nada podía ser aplicado bajo la antigua legislación por el simple hecho que el maestro menciona a la Iglesia al final del proceso de la disciplina. Interesantemente la Iglesia no existía, por que este es otro indicio de pertenecía de los 4 al Nuevo Testamento y no al viejo.
Indicio N.3 El reino. Muchas ocaciones se menciona el reino de los cielos. Pasajes como Mt.6:33 y otras instancias como lo son las parábolas la enseñanza sobre el reino está diseminada a través de los 4 relatos. Claramente este concepto no pertenece al antiguo pacto pero es claramente definido por Pablo en lugares como Col.1:13 e incluso Juan en Apo. 1:9 y 10 donde se incluye como parte del reino. Con todo esto es fácil identificar este nuevo concepto como uno legitimo del nuevo pacto. Nuevamente si tuviera que escoger, lo más lógico sería colocar los 4 relatos como parte del canon del Nuevo Testamento y no del antiguo.
Indicio N.4 Bautismo. Dos pasajes son extremadamente reveladores con respecto a la salvación del hombre. El primero de estos pasajes está en Marcos 16:16 donde con una afirmación absoluta el Señor declara cual es el requerimiento para ser salvo a saber; creer y ser bautizado. Este requerimiento solamente había sido insinuado en el antiguo pacto en prácticamente cada libro de los 37 que componen el canon antiguo. El otro pasaje son las palabras del Señor a un principal entre los fariseos que se llamaba Nicodemo, al mostrarle en Juan 3:5 la absoluta necesidad y el imperativo de nacer de nuevo para poder ver el reino de Dios. Juntas estas dos declaraciones del maestro con respecto al requerimiento para ser salvo necesariamente nos llevan a pensar que algo así no fue necesario en el antiguo pacto, pero que efectivamente como ya fue mencionado Juan el bautizador marca el inicio del cambio enfatizando prescisamente la necesidad se ser sumergido en agua para alcanzar perdón. Una vez que la resurrección de Cristo ocurre el bautismo en agua llega a tomar el significa exacto de la obra redentora del salvador y la mejor explicación de este acto imperativo. A todas luces la práctica del bautismo en agua para salvación es una que pertenece al Nuevo Testamento y no veo motivo alguno porqué (de forma arbitraria a la evidencia) alguien pondría a los 4 en el canon del Antiguo testamento.
Diatesarón
El reconocido padre de la iglesia Taciano es quien realiza este magnifico esfuerzo por armonizar los relatos ya que la fuerte critica destructiva “respiraba” en sus hombros, la creación de un solo relato en combinación de los cuatro es vital para resolver este problema. Por cierto esta solución fue mucho más coherente que la que propuso Marción de tomar un solo relato y desechar los otros. El diatesarón(que significa “a través de los cuatro”) ocupó por muchos años una posición remarcable entre la iglesia Siríaca por siglos. Es obvio que el papel que tenía era casi indispensable. La razón por la que este punto capta nuestra atención es precisamente hacer notar que en el siglo II en el uso de las reuniones eclesiales la armonía de los “evangelios” eran usados para la adoración y como si fuera poco ellos lo consideraban como parte de la nueva dispensación o nuevo pacto. Preguntamos: ¿Acaso existía una razón ajena a la que ya hemos presentado? ¿Pensaban ellos que estuvieron tan cerca del siglo I que realmente este material debía de desestimarse? Quizás es solo mi apreciación pero sería un poco arrogante pensar de forma contraria. Aunque no estoy argumentando que lo que los padres de la iglesia hicieron es suficiente autoridad para nosotros seguir su ejemplo, en lo absoluto eso no es la intención real de esta mención. Más bien, es sugerir la idea de que en los primeros 4 siglos al menos, no existió discusión alguna sobre la pertenencia de los cuatro al Nuevo Testamento.
Referencias
Jackson, Wayne. Are the gospels part of the New Testament?. Christian Courier website