¿CUANDO SE ROMPE LA AUTONOMIA LOCAL DE UNA IGLESIA DE CRISTO?
La iglesia católica romana ha funcionado con un sistema de jerarquía bien organizado desde hace varios siglos ya. La jerarquía como tal no está mal, de hecho es el sistema que todo buena organización debe de tener si desea el éxito. El problema real es quienes componen esa jerarquía y de qué forma. En el Nuevo Testamento observamos que la Iglesia de Cristo está bien organizada con Cristo como cabeza de esta jerarquía. Observamos a un grupo de ancianos trabajando de la mano con diáconos y predicadores por cada iglesia local para hacer funcionar el cuerpo de Cristo de forma autónomo.
Sabemos que Pablo y Bernabé fueron enviados en su primer viaje misionero por la Iglesia de Antioquia a predicar por primera vez abiertamente al mundo Gentil (Hechos 13:1-3). Claramente este era un trabajo de la congregación de Antioquia haciendo uso de su autonomía lo cual es integrante notar siendo Pablo un apóstol de Cristo con una misión encargada directamente de Cristo mismo (Hechos 26:17). Otro ejemplo bien definido lo vemos en Hechos 11:19-30 cuando la Iglesia de Jerusalén intercambiaba “correspondencia” por decirlo de alguna forma con la Iglesia de Antioquia. Estos y otros ejemplos nos ayudan a apreciar la cooperación entre las congregaciones pero respetando las leyes locales dentro de cada congregación. Existen quienes se oponen abiertamente a la cooperación entre congregaciones apegados a su argumento de “violación de autonomía”. Con todo vemos el concepto de cooperación y autonomía bastante claros en los anteriores ejemplos. La autonomía local de una congregación de la Iglesia de Cristo se rompe cuando se permite la injerencia de agentes externos.
AGENTES EXTERNOS
Es evidente que existe una ruptura de la autonomía de una iglesia de Cristo cuando agentes externos intentan imponer sobre otra congregación aspectos alejados a ley de Cristo o la forma como se debe de conducir los asuntos de conveniencia de esa congregación en particular. Por ejemplo; la iglesia en cierta localidad puede decidir reunirse a las 4 de la tarde los domingos pero no puede decidir qué día van congregarse para celebrar la cena del Señor. En tal caso estarían violando el sistema de jerarquía bíblico al ser Cristo la cabeza de la Iglesia y haber establecido ya tal ley.
Existen varios agentes externos al trabajo local de una congregación que pueden caer en el error de violación de autonomía . Por ejemplo una escuela Biblica es un agente externo que podría irrumpir en la autonomía de una congregación ajena a la cual esa escuela bíblica este funcionando. Los hermanos “antis” (anticonstitucionales) tiene razón al decir que es fuera de orden bíblico que instituciones funcionen desligados de una congregación en especifico, en lo que no tiene razón es alegar que no deben funcionar del todo. Un orfanato, una escuela de Biblia, un programa de alimentación para indigentes etc.… deben funcionar bajo el liderazgo de una congregación local. Sería un tremendo error invertir el orden y hacer que la Iglesia funcione bajo la dirección de los anteriores mencionados. Cabe recalcar que no existe un ejemplo aprobado en el N.T donde algún individuo (Predicador o misionero) haya funcionado completamente solo sin la supervisión de una congregación local o bajo los términos de cooperación con otras congregaciones.
Un agente externo claramente podría ser un predicador o ancianos interfiriendo en la disciplina de algún miembro de una congregación local. Sin lugar a dudas el liderazgo está en la obligación de lidiar con cada caso de formal local (1Cor.5:1-8). Imponer disciplina estando fuera de esa congregación sería quebrantar la autonomía local. Lo más que se puede hacer es romper los lazos de comunión con tal congregación o hermano y advertir a otros tal como lo enseña (Ro.16:17).
Otro agente externo sería un miembro que se ha retirado de la congregación sin embargo tal congregación le sigue teniendo aprecio y por medio de “regalos” a esta congregación tal persona continua ejerciendo tremenda influencia incluso, tanto que afecte al liderazgo actual de tal iglesia del Señor. Nada de estos factores externos deberían de quebrantar la autonomía que evidentemente el Señor puso en su sola voluntad a cada Iglesia local. Cada miembro del cuerpo de Cristo debe velar para que esto no ocurra y funcionar de la forma que Dios lo desea.
LA AUTONOMIA COMO “CABALLITO DE BATALLA”.
Aún cuando hemos establecido con claridad que la autonomía es un concepto completamente Bíblico, muchos lo han usado para esconderse y propagar el error tomado la autonomía como su caballito de batalla. Abordando este tema el hermano Wayne Jackson escribe:
¿Qué pasa si una iglesia de Cristo decide incorporar un instrumento en su adoración? ¿Debería ser libre de hacerlo? ¿Las congregaciones hermanas tienen el derecho (de hecho, una obligación) de llamar la atención públicamente sobre esta distorsión y de retener su asociación del grupo “progresista”?
Por supuesto que lo tienen. ¿Sería una violación de la autonomía de la iglesia liberal? ¡Nunca! ¿Y qué hay del gobierno de la iglesia? ¿Puede una congregación innovar en el ámbito del liderazgo autorizado con impunidad? Si un maestro comienza a defender que la iglesia en la era moderna debe adaptarse a la cultura y nombrar a personas no autorizadas para ser ancianos, ¿pueden las congregaciones hermanas enseñar el plan bíblico sin ser culpables de entrometerse en los asuntos de otra iglesia?
Cada vez más, las iglesias inclinadas hacia la izquierda protestan cuando otros destacan sus errores. Se quejan de que las críticas a sus innovaciones son una violación de su autonomía. ¿Está justificada la queja? No lo está. La autonomía nunca fue un escudo para la apostasía. Respetemos así el principio de autonomía de la iglesia, pero de manera bíblica. (Jackson, Wayne. “Congregational Autonomy: Not a Shield for Error.” ChristianCourier.com. Access date: April 24, 2020.)
Pablo en un sin numero de pasajes Bíblicos denunció a falsos maestros por sus nombres. La falsa doctrina debe de ser nombrada como tal y para ello no existe ninguna limitación en la palabra de Dios concerniente a la autonomía. Claro está hay varios aspectos a considerar antes de exponer públicamente a alguien como falso maestro teniendo en mente que no se debe de hacer por venganza personal sino por el bienestar de la Iglesia y de muchas almas que corren el riesgo de ir al infierno, si la boca de estos no es tapada (Tito 1:11).
EL CASO DE HECHOS 15 Y LA AUTONOMIA CONGREGACIONAL.
Este capítulo en el libro de Hechos es excepcional. El hermano y escritor J.W. McGarvey afirma que el contexto de este pasaje tiene que ver con el bautismo del gentil Cornelio y que esta conexión ha sido ignorada por muchos comentaristas ( J. W. McGarvey comentario al libro de los Hechos Volumen 2, pg.53 de la tercera sección.). Con todo no hay tanta fuerza para pensar que el asunto tenga lugar a raíz de la conversión de Cornelio ya que los Judaisantes venían haciendo su trabajo para influenciar su doctrina y traer a bajo el Cristianismo iniciado por Jesús de Nazaret a quien ellos siempre estuvieron en oposición. Hechos 15:5 menciona a algunos de la secta de los fariseos quienes, sabemos explícitamente fueron enemigos del maestro por lo que la cuestión va mas allá que la conversión de Cornelio.
También el hermano Leo Boles comenta de una forma acertada que la otra parte del relato puede verse con mas claridad en Gálatas 2:1-10. Donde incluso Pedro fue influenciado por los Judaisantes y Pablo fue enérgico con él. El hermano en su comentario de Hechos escribe lo siguiente:
Parece ser que Pablo sugiere ir a Jerusalén (Gal. 2:1). Todo parece indicar que estos maestros de Jerusalén habían reportado que ellos estaban contendiendo para que los gentiles se circuncidaran, ya la Iglesia de Jerusalén los había encomendado. Pablo sabía que lo mejor en ese caso era ir hasta Jerusalén y confrontar el asunto. No por él, sino por aquellos que podían ser confundidos mucho más fácilmente. Se nos dice en Ga. 2:1 que Pablo tomó a Tito con él. Este viaje de Pablo a Jerusalén era su tercer visita desde su conversión y que esto sucedió cerca del año 50 d.C. (Leo H. Boles Comentario al libro de los Hechos, Gospel Advocate Company 1960 pg.233.)
Algunos habían venido de Jerusalén y estaban enseñando a los hermanos que debían ser circuncidados con forme al rito de Moisés para ser salvos. La intención de estos hombres era hacer cambiar a los hermanos del Cristianismo al Judaísmo prosélito. Por lo que Pablo explica en Gálatas 2:4 estos hermanos estaban siendo introducidos secretamente para expiar la libertad que tenían en Cristo. En Hechos 15:2 leemos que Pablo y Bernabé tuvieron una discusión (Griego: “staseos”, que significa estar de pie en contra de, establecer un orden de opinión) y contienda(Griego “zeteseos”, que significa examinarse mutuamente, hacer preguntas uno al otro y discutir) no muy pequeña con ellos sin llegar a nada. Se dispuso que la cuestión debía ser traída a los apóstoles (ya no tenemos) y a los ancianos (ellos siguen en vigencia) que estaban en Jerusalén. ¿Porqué una cuestión de otro lugar debía ser llevada a Jerusalén? ¿Dónde queda la autonomía?. Los apóstoles tenían autoridad superior y por lo tanto injerencia directa a otras congregaciones para dictar leyes del Señor (como ejemplo 1Cor.16:1-2) este no es el caso aquí ya que incluso en esta reunión los ancianos fueron reunidos para tratar el asunto (v.4) . La respuesta a la pregunta anterior parece ser muy simple; era un asunto de Salvación Pablo lo sabia y era importante que los que dudaban fueran convencidos de igual importancia era necesario frenar el avance en masa que estaban teniendo los enemigos de la Cruz de Cristo. El asunto fue discutido frente a toda la congregación de Jerusalén y aún se le permitió a los falsos maestros exponer su caso (Lea con cuidado Hechos 15:4-17). Pedro habla y luego Santiago y este concluye aquello que Pablo, Bernabé, los ancianos y el resto de los apóstoles habían concluido. Los gentiles no debían circuncidarse ni guardar la ley de Moisés para poder ser salvos. En el versículo 22 vemos que la congregación de Jerusalén envía a Pablo, Bernabé en conjunto con Judas y Silas a Antioquia con la conclusión a la que habían llegado (Hechos 15:22). Los enviaron con una carta escrita que de hecho se convirtió en parte del cannón del Nuevo Testamento (Hechos 15:23-29). ¿Violación a la autonomía? ¡NO! absolutamente no, ya que en el v.28 ellos aclaran que para esta conclusión habían sido guiados por el Espíritu Santo por lo que de hecho no estamos abogando por concilios de hombres, sino más bien hacer notar como Dios guió a toda la verdad a sus apóstoles en el siglo primero (Jn.16:13) y estos a su vez comunicarla a nosotros de forma escrita (2Tim.3:16-17). Lo que Dios ordenó para una Iglesia también es orden para otra Iglesia y aquí la autonomía no tiene nada que ver en el asunto. Sin apóstoles hoy el principio sigue siendo aplicable para nosotros también.
Lo que Dios ha ordenado para cierta Iglesia de Cristo en doctrina es lo mismo que ha ordenado para otras y ningún hombre puede alzar barreras (bajo el ladrillo de la autonomía) porque entonces ese muro ya no pertenece a Cristo. La autonomía de la Iglesia no puede ser violada de forma parcial o momentánea por nadie ni nada mientras que al mismo tiempo que las congregaciones deben someterse fielmente a la ultima voluntad universal de Cristo es decir; el Nuevo Testamento.