HABLEMOS DE LA OFRENDA COMO ACTO DE ADORACIÓN


HABLEMOS DE LA OFRENDA COMO ACTO DE ADORACIÓN

Existen muchos caminos que pudimos haber tomado para abordar este tema en cuestión. Sin embargo el propósito es; como dijo el hermano Guy N. Woods hace varios años, sea lógico, preciso y breve. Mucho debate ha sido librado por algunos sobre el propósito de la ofrenda, unos cuantos más como los miembros  de la iglesia de Cristo así mismos llamados “Anticonstitucionales” insisten en uso exclusivo y limitado para los santos, mientras que para otros es simplemente un acto de caridad que se nos inculcó de niños.

Ofrendade adoración

La ofrenda mandada en el Nuevo Testamento como acto de adoración.

Es precisamente en esa delgada línea donde se forma digamos que: “mal entendidos” ya que existen congregaciones donde específicamente la ofrenda se aparta como: “ofrenda de niños”. Obviamente que no hay nada de malo con los niños, ni tampoco que ellos aprendan a dar, la dificultad se encuentra en el entendimiento que tengan los adultos de la ofrenda mandada en el Nuevo Testamento como acto de adoración.

En tiempos de Pandemia mundial es probable y casi seguro que cientos de congregaciones se han reunido virtualmente. Sin embargo esto ha dado lugar a algunos males, incluido la negligencia en no ofrendar. Es fácil hacerlo físicamente, pero otra cosa muy distinta es no hacerlo desde la comodidad del hogar y una vez la Iglesia regrese a la modalidad adecuada que es la reunión física pues, simplemente es asunto olvidado o como dicen por ahí “borrón y cuenta nueva”.

Sin lugar a dudas el pasaje más citado en el N.T para el tema es 1 Cor.16. Es la convicción de quién escribe que el contexto de este capítulo 16 ha sido expresamente olvidado. La Biblia de Génova en su primera edición en 1599 es el primer ejemplar en inglés en dividir los versículos y capítulos  añadiendo encabezados y paralelos a los ejemplares  de la palabra de Dios como “Biblias de estudios”. Aunque nos han servido de mucho, es preciso recordar que originalmente fue redactada en forma de carta sin divisiones. Sin embargo, aunque en la actualidad pareciera que no hay relación, existe una fuerte conexión entre el 15 y el 16 de Primera a Corintios. Es probable que todos estemos de acuerdo en que no existe otro capítulo por excelencia sobre la Resurrección que desplace a Corintios 15. La Iglesia del siglo primero se reunía el primer día de la semana para conmemorar a su Señor resucitado. Es apropiado hablar de la Resurrección e inmediatamente (en este caso un capítulo después) hablar sobre la ofrenda. Precisamente no existe ofrenda más grande ni existirá jamás, como la que hizo el Padre  celestial al ofrecer a su hijo por amor a nosotros(Jn.3:16). No es que le sobraba un hijo, ni tampoco es que le salió en el momento, fue algo muy bien planeado y  hecho con el amor más grande que pueda existir. Es por esa razón que los cristianos genuinos al dar la ofrenda el primer día de la semana optan por tomar la misma actitud que tuvo el Padre eterno, cuando eso hacemos el monto no es relevante. Es trágico cuando los miembros de la iglesia dan por “tradición” o por “compromiso” y olvidan que las ofrendas deben de ser un acto de adoración en la tremenda apreciación que los pecadores justificados tienen por su Señor resucitado. Por esa razón un niño aunque precioso a los ojos del Señor  (Mt.19:14-16), no puede “dar la ofrenda” puesto que aún no entiende la devoción que tienen cuántos  han sido  salvados del infierno eterno por la sangre de Jesucristo.

Es correcto la idea que expresa el hermano Wayne Jackson con respecto a este tema tan delicado, él dice:

Otro elemento clave en este asunto es el hecho fundamental de que el derramamiento de culto, bajo el régimen divino, no es ni opcional ni arbitrario. Más bien, es obligatorio y prescrito. Por “prescrito” queremos decir que antes de que uno siquiera comience a expresar su reverencia a Dios, debe consultar los documentos en los que “está escrito” en cuanto a cómo se debe rendir la adoración.Creemos que cualquier estudiante honesto de la Biblia debe admitir que dar (ofrenda), como acto de adoración, debe estar de acuerdo con las pautas establecidas en el Nuevo Testamento. Cualquier cosa menos que esto resulte en un error grave. (Wayne Jackson, El dar como expresión de adoración).

El hecho de que sea un mandamiento no significa que no se pueda o deba hacer con devoción o derramar nuestro ser al hacerlo. Exactamente igual que cuando cantamos y oramos o cualquiera de los otros actos de adoración.

Me temo por mucho, que hemos dedicado mucho tiempo en la exégesis de 1 Corintios 16 discutiendo con “avanzados argumentos teológicos” cada palabra contenida en esos primeros tres versículos. No es que esté mal dedicar tiempo al estudio de cada palabra por individual, para nada pero es preciso no olvidar la parte práctica de la ofrenda como elemento importante de nuestra adoración. El hermano V.P. Black lo expresa de manera estupenda cuando escribe:

“Es muy común escuchar a alguien decir: “Bueno yo no doy como debería” parece ser que a él no le importa mucho lo que está diciendo. Hermano déjame decirte algo , si usted no está dando como debería, es mejor que comience INMEDIATAMENTE o lo más pronto que puedas”.  (V.P. Black Rust as a Witness Pg.60).

Ser negligente con la ofrenda es un pecado del cual daremos cuenta el día del Juicio como todo lo demás(2Co.5:10). Guardar la ofrenda en tiempos de pandemia es tan importante como enviarla a la congregación correspondiente. Es verdad que ha sido fácil para muchos miembros adorar en línea con otras congregaciones y se tiende a descuidar la responsabilidad que cada uno de nosotros  tenemos con la Iglesia local.

Para concluir de una manera positiva permítame animarle a experimentar el gozo tan inmenso que existe en dar. Por algo el Señor Jesús dijo “que es mejor dar que recibir” (Hechos 20:35) lo dice alguien quién; créame cuando le digo ¡dio bastante! y por bastante me refiero a “si mismo”. La adoración que ofrecemos cada primer día de la semana consiste de inicio a fin en “dar”, tal como lo dice Romanos 12:1-3 cuando usa la frase “culto racional”. Darnos por completos a nosotros mismos es un estilo de vida, quiero decir algo que se practica 365 días a la semana, pero cuando llega el primer día de cada semana estén donde estén los Cristianos de todo el mundo y de todos los tiempos entienden lo especial que ese día significa para todos los redimidos por el cordero quien dice de sí mismo “…estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” (Apc.1:18)

REFERENCIAS 

Jackson, Wayne. “Giving as an Expression of Worship.” ChristianCourier.com. Access date: August 29, 2020. https://www.christiancourier.com/articles/918-giving-as-an-expression-of-worship.

Black. P. V. “Rust as a Witness. Plateau, Alabama 1966. Pág. 60.

 

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