- Instrucción: Por supuesto que esto es uno de los más grandes beneficios de asistir a una escuela de predicación seria. Nosotros mismos podemos hacer un gran trabajo pero interpretar ciertos versículos, los métodos de investigación, los recursos para realizar esa investigación la formación y presentación de la investigación realizada con por citar algunos cosas que son muy difícil de aprender de un libro solamente o peor aún por uno mismo. La instrucción de calidad en lugares donde hombres fieles han pasado su vida detrás de esto y han peleado largas batallas puede ser de gran influencia para que muchos puedan hacer lo mismo. Ellos debieron de haber adquirido el conocimiento de alguien más y ahora usted en una escuela lo adquiere para luego pasarlo a alguien más y la cadena sigue. Sin duda alguna en este sentido debemos de considerarnos como recipientes, como un baso que es llenado de agua, luego alguien bebe y sigue llenando para seguir vaciando, somos simples recipientes y cada cristiano del Nuevo Testamento debería de considerarse a sí mismo como un recipiente que contiene el evangelio, el mensaje de salvación y que debe de ser transmitido a otros. La instrucción bíblica brindada en las escuelas de predicación, colegios o universidades de la Iglesia de Cristo que son serías hará que nosotros podamos instruir a la Iglesia; por donde caminar y que lugares no pisar en este camino hacia el cielo. 2Tim 2:15 un obrero que use bien la palabra de verdad, que no tenga de que avergonzarse, para poder salvarse a sí mismo y a los que escuchan (2Tim. 4:16).
- Convicción: En realidad el objetivo de las escuelas de predicación sanas no es hacer un lavado de cerebro a sus estudiantes o participantes, ni tampoco hacer que ellos prediquen a como la escuela lo hace, de hecho hay escuelas de predicación donde los instructores están en desacuerdo y enseñan diferente en ciertos puntos doctrinales (que no son puntos de salvación o condenación) y que no traen tanta repercusión al final de la ecuación. El objetivo más bien es ayudar a cada estudiante a ver objetivamente a ampliar sus métodos de investigación, a exponerlo a las diferentes corrientes de pensamiento y luego es responsabilidad del estudiante llegar a una convicción propia. Esta parte es extremadamente importante, note las palabras del apóstol Pablo:“Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias” (2Co.5:11). Amado lector no existe tragedia más grande que un maestro que no esté convencido así mismo, definitivamente las personas lo sabrán y la convicción en un ministro es más que necesaria, es trascendental. ¡No podemos enseñar lo que no sabemos y mucho menos lo que no creemos!.
- Protección: La protección más visible es quizás la de la falsa doctrina. Muy especialmente en nuestros países centroamericanos la corriente más fuerte es la pentecostal y sus ramificaciones. Es fácil ver una película o encender la radio pentecostal e incluso tomar un libro y ser influenciado por alguna parte a creer, practicar e incluso enseñar falsa doctrina. En una escuela de predicación “seria” hay una preparación intensa para que los estudiantes se mantengan alejados de estas corrientes y que protejan a otros.
- Interacción: No siempre todo será color de rosa cuando uno trabaja con la hermandad. Recuerdo que en mi tiempo de escuela había un sistema de castigo para estudiantes que incumplieran las reglas internas de la escuela llamado; “deméritos” el instructor encargado era el decano de estudiantes y el hermano realizaba muy bien su trabajo ( y vaya que si lo hacia). Una de sus responsabilidades era asegurarse que los estudiantes encargados de la limpieza hicieran bien su trabajo y si no un demérito espera a los estudiantes a cargo la mañana siguiente. Realmente estuve muy enfadado por una semana con el hermano decano de estudiantes por haberme premiado con un demerito al encontrar un papelito insignificante detrás del basurero (tuve que disculparme con el hermano más tarde por haberme enojado con él y por supuesto él ni siquiera lo sabía). Todo era parte del entrenamiento, lo mismo con los demás estudiantes, cada año hay uno que otro choque, solamente piense un grupo de desconocidos de Lunes a Viernes de 8 a 4 por 2 años puede que irrite a alguno y puede que alguno me irrite a mí, pero este ambiente de convivencia prepara a cualquiera para enfrentarse a la realidad en las respectivas congregaciones. Definitivamente uno aprende a interactuar con todos, al final se construyen relaciones que van a perdurar por años con aquellos hermanos que recibieron la misma; instrucción, protección, y con quienes convivimos por dos años en un mismo salón de clases. Se convierten en nuestros colegas de trabajo, hermanos espirituales y hasta nuestro trapo de lagrimas por las experiencias vividas juntos en la escuela y por la confianza plena que lleguemos a tener en estos hermanos, porque les he conocido. Sin lugar a dudas la escuela fueron los dos mejores años de mi vida y recomiendo a cualquiera que diga que no necesita ir a una escuela para predicar, quizás a la escuela no vayas solamente para aprender a predicar sino a aprender como ser un siervo, como interactuar y a ganar una familia muy cercana…yo espero que si usted tiene esta oportunidad en algún moment de su vida no la pierda y no la desaproveche.
- Especialización: Esto no acaba aquí. Solamente es el inicio de lo que es una vida de estudio intenso y progresivo, la verdad de Dios no cambia y no ha cambiado en dos mil años, pero nosotros si vamos creciendo y vamos aprendiendo más cada día y este proceso no termina hasta que bajemos al sepulcro no importa cuantos años tenga de predicar el proceso no se detiene. Pero la escuela Bíblica realmente sienta una base para nuestra carrera. Cada evangelista debería ser un especialista en el sagrado libro, debería al menos estar informado de todos los temas tocantes a la biblia y la vida espiritual. Realmente es bastante y toma una vida entera profundizar. La escuela es la base más firme para comenzar a hacer eso. Uno de los peligros más grandes de cualquier estudiante graduado es pensar que ya tiene toda la información necesaria para su ministerio… déjeme decirle no es así siempre habrá más que aprender. Nosotros los especialistas en cirugías espirituales debemos de estar preparados para cualquier tipo de operación espiritual que haya que hacer incluso cuando es tiempo de operar a uno mismo.
El Señor ascendió al cielo (He.1:9) sabiendo que había preparado un grupo de hombres que llevarían a cabo el trabajo encargado. Ellos fueron a todas partes del mundo llevando este mensaje, pescando tal como había sido prometido en el entrenamiento, fueron resucitando muertos espirituales principalmente y el Espíritu Santo confirmando la obra de ellos. Todos y cada uno de ellos partieron de este mundo con un gran legado espiritual y unos cuantos plasmaron ese legado en forma escrita; la biblia, pero todo comenzó cuando ellos no se negaron al llamado para ser entrenados la primera vez que escucharon la voz del Señor. Es probable que como ellos usted también necesite dejarlo todo e ir al entrenamiento para ser pescador de hombres. ¡Gracias sean dadas a Dios por cada escuela bíblica y sus operarios que han abandonado sus propias vidas para preparar obreros fieles.!