EL PECADO DEL MIEDO


EL PECADO DEL MIEDO
Caminar por un cementerio a las doce de la noche completamente solo, podría pintar una mala impresión en la mente de muchas personas, casi en unanimidad todos nosotros rechazaríamos tal oferta. El miedo de este tipo no es del que está en discusión en esta ocasión sino el miedo a los hombres. En muchas ocaciones la verdad se ve opacada por el miedo que algunos tienen de los hombres.

Tiene el miedo a los hombres?

Tiene el miedo a los hombres?

Ciertamente en la Biblia aprendemos de varios ejemplos, y ni siquiera los apóstoles escapan de este pecado. Pedro en primera instancia negó al Señor tres veces por temor. Los apóstoles todos excepto Juan huyeron al momento de la crucifixión de su Maestro, Judas por miedo decidió terminar con su vida ¿Pero que es el miedo en sí? Vines lo define así: fobos (fovbo”, 5401) tenía al principio el significado de huida; luego vino a denotar aquello que puede provocar la huida. Se traduce como «miedo» en Mt 14.26; 28.4; Lc 7.16; Jn 7.13; 19.38; 20.19.  En forma de verbo 1. fobeo (fobevw, 5399), 2. deiliao (deiliavw, 1168), cf. deilia, , y deilos, COBARDE. Se traduce «tenga miedo» en Jn 14.27.  Y sin duda alguna los cobardes están en la lista de residentes del lago de fuego de Apocalipsis 21:8. Si  en algún momento usted a pensado que el miedo no es pecado le animo a que lea de nuevo Ap 21.
Los cristianos tenemos una esperanza suprema, si la Iglesia de Cristo hubiese sido destruida el chance más grande sin duda alguna fue al cierre del siglo primero e inicios del 2 siglo con; Nerón, Dominicano, y otros  emperadores más pero eso no sucedió y todos ellos están muertos. Si ese era el chance más grande entonces ¿de que tenemos miedo? La Iglesia no debe temer al gobierno, ni a la corte suprema o a el presente electo y ni mucho menos al avance de las denominaciones. El miedo es categorizado como pecado, sino lo cree así solamente observe la frase que Pablo usa respecto al miedo de Pedro en Gálatas 2: 11 “…era de condenar”. Desde la antigüedad de hecho Dios estaba resguardando del miedo a sus principales piezas de batalla como lo fue el general Josué al decirle a él: “…No temas ni desmayes…”(Josué 1:9). Con miedo, es imposible conquistar una batalla. El Salmista en Salmos 56:3 expresa que cuando tenía miedo el depositaba su confianza en el Señor, sin duda alguna Dios desea eso, espera que  nuestro ser, nuestros afanes y nuestras cargas sean puestas en El. EL miedo es un pecado ya que arrastra consigo la inseguridad. Los primeros que deben deshacerse del miedo son los predicadores del Evangelio de Cristo, y 3 elementos fundamentales si usted quiere superar el miedo como predicador o como miembro del cuerpo de Cristo: 1) Preparase bien. A pesar que el movimiento “anti” continúa oponiéndose a las escuelas de predicaciones, son han sido y continuarán siendo la sangre vital de la Iglesia. Le animó a que asistir a una de ellas  sea su deseo pero por sobre todo le exhorto a que busque una escuela o universidad de la Iglesia de Cristo donde puedan preparar predicadores competentes. Donde lo preparen como un verdadero profesional en la Biblia y a la misma vez donde la humildad sea un énfasis de la institución. Si usted no ha profundizado en las materias Bíblicas ha como debería, lamento mucho informarle que usted no va a conversar a nadie, recuerde que Apolos era elocuente y poderoso en las escrituras (Hechos 18:24). 2) Desaparezca usted de la ecuación. Los predicadores que son exitosos son aquellos quienes no permiten que la atención se centre en ellos sino en lo que ellos están diciendo y enseñando hay muchos que asistieron a la “Escuela de Herodes” (Hechos 12:20-25) para lucirse en Público y recibir alabanza de hombres, ¡cuidado! La Gloria es de Dios siempre (1Tim 1:17) y es mejor ser ignorado por el publico y que la gloria sea de Dios porque después es Dios quien nos va a exaltar (Santiago 4:10). Como hombres siempre nos van a acusar de pecado y eso nos da miedo y aterroriza pero si desaparecemos de la ecuación el resultado será el mejor de todos= Regresemos a la Biblia, en tal caso la Biblia es perfecta y Jamás se equivoca aunque yo sí. 3)  Ser consistente. En esta semana hablaba con un hermano que insistía en esto de la consistencia y defendía cierto asunto cuando un minuto después atacaba aquello que defendía anteriormente. Muchos hermanos ni siquiera saben que es ser consistente. Amigo una persona puede estar equivocada pero al mismo tiempo ser consistente aunque le suene extraño. Nosotros en la Iglesia de Cristo estamos en la verdad y necesitamos ser consistentes. Es decir; morir predicando lo mismo, sosteniendo las mismas verdades y posiciones doctrinales aunque el mundo se de vuelta y vivir desacuerdo a esa verdad, eso es ser consistente.
Mis héroes sin duda alguna son aquellos hermanos que no tienen miedo a nada ni a nadie, que pueden debatir con el ateo más influyente del mundo y estar convencido que tal persona está en error y probarlo, tal como lo hizo el hermano Thomas B.Warren con el inglés Antonthy F. , hermanos que no tienen temor de escribir artículos, predicar sermones hacer conferencias o grabar videos exponiendo públicamente falsas enseñanzas y dejando en evidencia el error de hombres mentirosos y estableciendo la verdad. Aquellos hermanos que no tienen miedo ni al demonio mismo en persona, de esos quiero ser yo, de esos espero usted también pueda ser.  No se trata de nosotros,  ni de que somos orgullosos o arrogantes como algunos quieren acusarnos falsamente, no hay nada especial en mí o en usted, se trata del mensaje divino que proclamamos (Judas 3). Recuerde Hebreos 13:6 “Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré.¿Qué me puede hacer un simple mortal?»” Amigo, hermano Dios está de nuestro lado (Rom. 8:37) no tema en lo absoluto lo que pueda hacer el hombre (Mateo 10:28).
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