EL COMIENZO DE UNA CONGREGACION EN UN LUGAR


EL COMIENZO DE UNA CONGREGACION EN UN LUGAR

Sin duda alguna los términos que escogemos para hacer esta descripción son muy importantes. El inicio de la Iglesia de Cristo en un lugar no significa que sea el inicio de la Iglesia. En otras palabras, cuando la Iglesia de Cristo llega a un lugar simplemente está dando lugar a la continuidad de la Iglesia  gloriosa de Cristo del primer siglo. A las personas en la comunidad les debe de quedar muy claro y los ministros de igual manera debemos despejar dudas de que no se trata de comenzar una Iglesia nada más, de que Cristo fue quien comenzó su Iglesia (Mt.16:18) y de que nosotros solamente ayudamos a que esa Iglesia llegue a diferentes comunidades. Creo que esto es un reto enorme, cientos de personas mueren en pecado cada día mientras nosotros hacemos lo que podemos por llevarles el evangelio a tiempo. Sería insensato pensar que el inicio de una congregación en un lugar es “pan comido” aún hasta el ministro más experimentado pasará por tremendas situaciones en el proceso  y quizás sea el quién termine más golpeado y maltratado. Trabajar con seres humanos siempre será algo difícil sin embargo trabajar para el Señor será algo que siempre nos animará. Es verdad que cualquier miembro puede comenzar una congregación de la Iglesia de Cristo en cualquier lugar y que para esto no hay que pedir permiso a nadie. Es realmente triste pero en mucho países de Latinoamérica  existen “pequeños papas” quienes están supervisando todo y si algo no está de acuerdo a su manera o a su idea ese algo no es bien visto. Cierta ocasión conocimos del caso de un hermano que estaba abriendo una congregación en cierto lugar, y tal hermano es un hermano sano en la fe y es un predicador con trayectoria que está intentando trabajar, y el hermano X “aspirante para papa” dijo: ¡Oh no, tal hermano no puede abrir una obra ahí!   y cuando se le preguntó el porqué simplemente replicó: “NO, es que el no puede hacer eso”.  Estas como una gran lista de oposiciones y criticas vendrán siempre en el proyecto de abrir obras. Cada hermano fiel que esté detrás de un proyecto como esté deberá de rodearse de gente que le vaya a ayudar, que lo animé y que esté dispuesta a trabajar mano a mano con él. Este concepto es absolutamente bíblico.

he beginning of the Church of Christ in a place does not mean that it is the beginning of the Church.

The beginning of the Church of Christ in a place does not mean that it is the beginning of the Church.

Si usted recuerda a Nehemías en la reconstrucción de los muros de Jerusalén experimento algo similar. Tobias y Sambalat se burlaban de ellos mientras intentaban reconstruir ruinas, pero el Señor estaba con Nehemías y su gente. En los primeros Capítulos de este interesante libro leemos que había una gran cantidad de personas queriendo ayudarle sin embargo no se hallaron en los registros y por lo tanto fueron rechazados ya que no eran Judíos puros. Este sin lugar a dudas es uno de los errores más comunes por parte de los ministros al comenzar una obra, el aceptar gente, problemática viniendo de otras congregaciones y el llenarse de todo tipo de hermanos que van buscando algo así como “ciudades de refugio”  al fin y al cabo pasa la factura. Esta situación es un tanto complicada y difícil ya realmente no hay un argumento lo suficientemente potente para devolverlos a su congregación pero si hay algunos principios que pueden ser usados. La hermanad debe de comprender que al abrir una nueva obra en un lugar no es para que ellos vayan a “tantiar” piscina y que si les gusta el agua se quedan ahí, ellos deben de comprender que los esfuerzos físicos, económicos, espirituales no es para crear una opción más en el menú donde como en McDonals ellos pueden ordenar a su gusto y antojo  ¡NO! Los esfuerzos al abrir congregación en un lugar es para alcanzar al perdido, es porque al igual que el Señor Jesús en Lucas 15 estamos preocupados por aquella oveja perdidas y no por las 99 que están dentro. Deben de comprender que ellos están contratados por el Señor en este hospital espiritual  cuando dijo “ Id y predicad el evangelio a todo criatura” (Mr. 16:15), no más bien que son parte un club. Hermanos que no traigan esta mentalidad y que no vengan con la intención de colaborar, serán un problema más en vez de ser parte de la solución, ¡Cuidado con estos hermanos!.

Por otro lado quisiera describir algunas de las dificultades más comunes al abrir congregación en un lugar para luego concluir con solamente un texto que soluciona todos y cada uno de estos puntos. Comencemos:

  1. Los Tobias y Sambalat: Esos siempre aparecerán en su panorama. Como Nehemías simplemente ore por ellos y realmente ignore sus gritos contra usted. Recuerde usted está edificando muros para Dios y el diablo no se quedará de brazos cruzados tan fácilmente.
  2. Sus Energías: Abrir obra demanda de un trabajo fuerte. Tal vez se encuentre usted, realizando todos los actos de adoración, limpiando local, cocinando el pan para la cena, abriendo el local, cerrando etc… seguramente no hay escape a todo esto pero asegurece  tener días libres. Apaga el teléfono y disfrute de un día en familia, saque tiempo para hacer ejercicio o para relajarse con frecuencia. Aunque a los hermanos nos les guste y aunque hayan muchos extremistas que se opongan preferimos eso a un ministro quemado en un mes o una semana.
  3. Económicas: Esta es muy famosa. ¿Como rentar un local para la iglesia si solamente hay un miembro?. Confíe en el Señor y recuerde que la Iglesia del Señor se reunía en las casas en Hechos 2:46; Ro. 16:5. Nunca se desenfoque, el local es importante pero la gente que compone la Iglesia es mucho más importante, sin importar el lugar en que se reúnan.
  4. Su membrecia: Las personas quienes vayan llegando obviamente son niños espirituales, el Señor les está asediando a su Iglesia y eso es grandioso, pero ahora toca enseñarles y esto no es un proceso de ir un día a la semana y tener un estudio con ellos, sino que es un proceso de maduración, quizás sus miembros se vean aún apoyando prácticas sectarias sin embargo con paciencia y doctrina vamos ayudándoles a cambiar (2Tim.4:1-2). Se va estresar, desesperar, y hasta desanimar, pero recuerde usted un día también fue un niño en la fe y le tomó tiempo también aprender los rudimentos de la doctrina de Cristo.
  5. Bautismos: El numero de bautismos es importante pero puede llegar a ser un factor contrario. Después de algún tiempo es probable que usted vea su trabajo como estancado al no ver bautismo tomar lugar mientras que usted ha seguido trabajando constantemente. Tal vez el sostenimiento suyo se vea en peligro ya que hay muchos patrocinadores que miden el éxito de una congregación por el numero de bautismos. Yo sé por ejemplo que el trabajo en Africa se pueden bautizar 3000 en un año sin embargo 2 o 3 permanecen fieles para el próximo año. Que el número de bautismos no sea un factor contrario para usted, olvide los Números y dedique su ministerio a predicar la palabra (2Tim. 4:2), siembre la semilla del reino que el Señor es quién dará el crecimiento (1 Co. 3:6-8).

Al final de todas estas dificultades y más que habrán de venir, tenga presente lo que Pablo escribió en Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.En el contexto de este capítulo Pablo estaba en la cárcel y anteriormente había descrito muchos de sus tribulaciones. En el 14 les dice a estos hermanos que ellos habían hecho bien en haber participado con él en la tribulación. Por lo tanto este pasaje tan popular tiene mucho más fuerza, cuando leemos el v.14 porque Pablo todo lo podía en Cristo que lo fortalecía. Estar en Cristo  de acuerdo a lo que él describió en Efesios es estar en su Iglesia Ef. 1:3-4; 22-23. El Señor no solo estaba con Pablo sino que le había fortalecido a travez de los hermanos en Filipos. ¡Que bendición tan grande es el Ser parte de la Iglesia de Cristo!. Cuando estos problemas vengan a su ministerio, recuerde que usted no está solo que por ahí hay una que otra iglesia de los Filipenses que va a ser partícipe y que le va a animar en el Señor. Necesitamos más congregaciones de la Iglesia de Cristo en nuestras comunidades, somos el último salvavidas, y por lo tanta la responsabilidad es grande, la labor es apremiante pero la paga es inimaginable.

 

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