DIVISION, O DIVIDIENDO?


DIVISION, O  DIVIDIENDO?

¿Que es una división?

¿Que es una división?

La tremenda confusión en la que se encuentran todas las denominaciones es impresionante. Sin embargo tales cortinas de humo no deberían de empañar el panorama en las Iglesia de Cristo (1Co 14:40). Lamentablemente el numero de Iglesias de Cristo que han implementado diferentes prácticas denominaciones es sorprendente, aunque muchos de ellas aún no han “salido del closet”. Con sobradas razones bíblicas podría este autor mencionar nombres sin embargo en este enunciado nos proponemos a presentar hechos con las sagradas Escrituras.

¿Que es una división? Sin mucho esfuerzo entendemos que la respuesta a esa pregunta es simplemente, separación de algo. Cuando hablamos de la división de una iglesia nos referimos a la separación de los miembros de una determinada congregación para formar otra con diferente doctrina. Por ejemplo; Martín Lutero se separó de la Iglesia Católica en 1517 formando una división  acusa de 95 razones o tesis, que clavó en la puerta de una Iglesia en Alemania. Después de su muerte comenzó la Iglesia Luterana. ¡Esto es una división! sin embargo cuando hablamos de una división ya específicamente de la Iglesia de Cristo ¿a que nos referimos? Bien, la Iglesia de Cristo no ha escapado de los fraccionamientos o división a lo largo de la historia. El hermano Gregory A. Tidwell columnista regular de la muy conocida revista en inglés Gospel Advacate recapitula lo siguiente:

En el año 1895 las iglesias de Cristo conservadoras eran un hermandad separada, una división que se llevo a cabo formalmente en 1906. Hermanos como David Lipscomb y MgGary en Texas entre otros, influenciaron  mucho para que sucediera tal división que marcó la historia de la Iglesia de Cristo. Sucedió y sí el Señor no viene antes volverá a suceder.

Como lo dice el hermano Tidwell, fue muy remarcable. Cada vez que sucedía una división en la Iglesia de Cristo graves consecuencias suceden tras ellas. Los discípulos de Cristo 1880 surgieron con ese nombre provenientes de la Iglesia de Cristo donde el rol o papel de la mujer en la iglesia dividió principalmente a los que adoptaron el patrón bíblico y a los que no. Hoy por hoy podemos seguir midiendo los resultados de tales divisiones, nosotros tenemos que lidiar con los anti y con otro montón de grupos modernos como los bostonianos, Iglesia de Cristo internacional, Iglesia de Cristo siempre en familia entre muchos otros.

Al parecer algunos hermanos no han comprendido o ignoran por completo el verdadero significado de la  palabra división. Cuando en una Iglesia de Cristo no se está predicando la sana doctrina y los hermanos quienes adoran ahí, deciden separarse de aquellos quienes no están bien, esto NO es en lo absoluto una división. Esto NO hace a aquellos hermanos que se han salido estar mal espiritualmente. Esto NO constituye a tales hermanos en rebeldes sin causa. Categóricamente la lealtad a las escrituras está por sobre todas las cosas y por sobre cualquier predicador e incluso por sobre cualquier congregación por más Iglesia de Cristo que sea. Al ser amenazados por el concilio a no hablar sobre Jesús de Nazaret Pedro replica con firmeza  junto al resto de los apóstoles en Hechos 5:29 “…Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Estimado  hermano lamentablemente por ahí  hay predicadores, que en vez de actuar con firmeza como los apóstoles están procediendo a lo opuesto, están siendo tan parecidos como el sumo sacerdote; intimidando, mandando, actuando con violencia (Hechos 5:24-28), y de tales hermanos y hermanas realmente nos avergonzamos profundamente. En el Nuevo Testamento existe mucha exhortación a repeler a los falsos maestros. Pablo escribe: “Más os ruego hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”. (Romanos 16:17).

Este pasaje identifica, quién es el que causa la división. Nosotros debemos de ser celosos en contra de aquellos quienes están cambiando la doctrina, no porque los miembros están saliendo de una congregación donde NO se predica ni práctica la sana doctrina. Aquellos quienes ignoran el verdadero concepto de división, Pablo lo aclara, el exhorta a separarse de aquellos que están“en contra de la doctrina”. En otra ocasión diferente el pone bajo maldición a cualquiera que predicase un evangelio diferente del que ya ellos habían anunciado (Ga 1:6-9)

Aquel predicador o quién sea, que está haciendo lo que se le antoje sin consultar a las sagradas escrituras para ver que dice Dios, es quién está dividiendo, el pasaje más bien exhorta a quienes están en lo correcto a fijarse, y a apartarse de ellos.

El apóstol Juan tenia un concepto muy claro respecto a este tipo de predicadores. En 3 Juan 9-10 describe a Diótrefes con las siguientes caracteristicas:

  • Le gusta tener el primer lugar.
  • No recibe a nadie que predique sana doctrina
  • Parlotea palabras malignas no solo contra el apóstol sino hacia todos los hermanos que estaban con él.
  • Tiene control absoluto con los que están bajo su “dictadura”.
  • Llega a extremos hasta de expulsar de la Iglesia a los hermanos. (Cosa que NO tenia tal autoridad para hacerlo.)

Más interesante aún, es la afirmación de Juan. El dice que recordaría obras que Diótrefes hacia cuando llegara a ellos. En pocas palabras Juan estaba advirtiendo que iba a exponer públicamente a este hermano, pero agrega “si yo fuere” indicando el tiempo adecuado para hacerlo.

Anteriormente Pablo también había expuesto nombres de falsos maestros en público, no en una ocasión sino en varias (Vea 1Tim 1:20, 2Tim 1:15; 2:17; 4:10,14). Este autor está convencido que tal procedimiento es bíblico y es necesario eso si en el momento adecuado. Al comparar las características de Diótrefes, muchos predicadores de Costa Rica y de otros lugares de la Iglesia de Cristo presentan las mismas características. Los predicadores estamos para exhortar, animar, ayudar, corregir, -instruir, pero no para manipular, y abusar psicológicamente de los miembros de la congregación. En estas dos cosas quiero hacer énfasis ya que personalmente he experimentado tales abusos en el pasado y presente.

He visto muchas congregaciones dividirse, sobre el color para pintar el edificio o porque no me gustan los asientos, pero por defender la sana doctrina y confrontar a un predicador equivocado que no quiere salir de sus errores, eso categóricamente ¡NO es división!

Por otro lado se presenta otra actitud ciertamente similar a la de Diótrefes .Cuando un miembro decide por razones no doctrinales (desacuerdo en la enseñanza), sencillamente cambiar de congregación, algunos predicadores se molestan a tal grado de hasta inventar cargos y pecados que no existen contra tales hermanos, y otros llegan hasta el grado de murmurar ( hablar mal a espaldas de ellos) con otras personas y mal informándolos en otras congregaciones del Señor.

Como predicador y a la vez como miembro, a este escritor le causa indignación ver estas actitudes carnales que después al ser confrontadas se intentan justificar manipulando ciertos pasajes bíblicos.

Si un grupo de hermanos decide irse de cierta congregación porque el predicador no tiene sana doctrina (énfasis en la frase anterior) y forman una congregación sana en un lugar donde incluso nunca antes existía una Iglesia de Cristo; ¡Gloria a Dios por ello!.

La congregación que tolera y soporta a un hermano o hermanos que están enseñando y haciendo en contra de las Escrituras, es culpable de lo que Juan señala, note: “Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa de sus malas obras” ( 2 Juan 10-11). El pasaje NO está hablando de testigos de Jehová o Mormones el contexto en el V9 cuando usa la palabra “extravia” implica que eran hermanos en la fe que en algún momento  fueron sanos en la doctrina. En este punto todos nosotros incluido este autor, estamos expuestos a caer, sino velamos constantemente en lo que predicamos, creemos, hacemos y porque lo hacemos. Pedro exhorta diciendo: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios…”(1Pe 4:11).

¿División o dividiendo? esa es la pregunta con la que comenzamos este breve anunciado, es la pregunta en la deberíamos meditar.  Dios nos ayude a regresar a la Biblia a suplantar los sentimientos, las opiniones y los deseos, a lo que Dios dice en su palabra. Dios nos fortalezca para confrontar el pecado y la mentira con libro, capitulo y versículo, con toda paciencia y doctrina (2Tim 4:2), y no a intentar tapar el sol con un dedo bajo la frase ¡Amor, amor, para todo amor y solamente amor!. Mi Biblia enseña que Dios es amor “pero Dios al que ama disciplina”(Pro 3:12, Heb 12:5). Dios nos guarde del maligno para que podamos edificar y no más bien destruir, trabajar para Dios y no para los hombres  ¡Ojalá! que podamos dividir por usar la verdad y NO por ser un divisionista que sostiene el error.

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