Débil pero fuerte. ¿Contradicción?


Débil pero fuerte. ¿Contradicción?

Hasta el día de hoy odio el sabor de las espinacas. Mi abuela solía prepararlas en el desayuno y decía: “Tienes que comerlas para que seas fuerte como Popeye”. Así que de mala gana me las comía con un sabor amargo pero pensando qué me saldrían los músculos de Popeye al instante. Pensaba “Cuando soy débil (por el sabor amargo) seré fuerte (como Popeye)”.  La frase original de hecho está bajo la pluma del apóstol Pablo en 2 Corintios 12:10 cuando dijo: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (HLM énfasis añadido).

fuerte popeye

Quien se considere así mismo fuerte todo el tiempo debería de tener cuidado.

  Uno podría pasar demasiado rápido por el texto y perder de vista la profundidad de lo que realmente él está expresando. La forma como inicia el versículo en realidad va más allá, él está diciendo: en “consecuencia de”… “por esta causa…” “por lo cual”… desplazándonos obligatoriamente a la idea anterior para comprender con precisión su sentir. Algunos podrían considerar la expresión en cuestión como una contradicción. ¿Como puede alguien ser fuerte cuando se es débil? Y ciertamente lo es, pero no para Pablo, ni para quienes han experimentado como cristianos fieles padecer por causa del buen nombre.

El contexto de esta frase está basado en las persecuciones que experimentó Pablo, o como dice el mismo:“aguijón en la carne”. Es realmente complicado tratar de entender lo que este hombre de Dios pasó por causa de la verdad, aún así bajo inspiración del Espíritu Santo Pablo nos explica un poco, algunos de sus sufrimientos, él dice:  Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2Co. 4:7-9). Luego como si fuera poco en 2 Co.11:23 describe brevemente cómo fue: azotado, apedreado, fue náufrago,  peligros en caminos, peligros de ríos etc..  ¿Quién quiere seguir a un Dios que no te libra del dolor, sino más bien que por su causa vas a padecer estas cosas? Es ahí cuando Pablo entiende que al ser débil entonces es  cuando se hace mas fuerte, principio que los ateos no logran comprender.

Pasar todos estos peligros no es nada, comparado a estar junto a falsos hermanos. Aquellos en quien uno a confiado y ha amado pero resultan ser enemigos de la cruz de Cristo. Es inevitable no sentir compasión por Pablo, al observarlo solo, sin esposa. Amigo lector es probable que si usted está casado le sea un poco más difícil comprender, pero uno debería de ser más considerado en el contexto de este hombre de Dios. Pablo no tenía hijos con quien jugar y pasar el rato, sus amigos de años con quien él había crecido en el judaísmo ahora eran sus enemigos… y algunos querían matarlo. Pablo no tenía con quién hablar por teléfono cuando se sentía solo, lo único que tenía eran los hermanos en Cristo fieles (2Tim.4:11). En el ambiente del apóstol Pablo cualquiera podría entrar en depresión y aislarse del mundo para que no le sigan hiriendo, pero este predicador era bastante peculiar. El fue un hombre con determinación y nada le iba a detener, al punto de que estando en prisión en Roma da la idea como si estuviera escribiendo desde un hotel cinco estrellas incluso exhorta a otros a ser felices (Fil. 4:4). Les anima a pensar en todo lo puro, en lo honesto, en lo que es de buen nombre…(4:8) mientras que en la realidad lo único que veía eran cuatro paredes, guardias, paganismo e idolatría de roma. Entonces ¿como puede alguien ser fuerte cuando es débil? Fuera de Cristo no se puede. La clave está en la respuesta del Señor en el v.9 “…bástate de mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad…”. Cuando uno está caído, humillado desamparado es ahí cuando la persona se agarra de la gracia de Dios como un náufrago en alta mar se sostiene sobre un tronco para no hundirse, bien la gracia de Dios es más basta que todos los océanos juntos. Lo que pasan realidad es que es muy difícil aprender las lecciones que el Señor tiene que darnos en las circunstancias normales de la vida. Es absolutamente necesario quebrar nuestro orgullo, estar en situaciones donde podamos entender nuestras limitaciones humanas. Es ahí cuando mejor trabaja el Señor …se perfecciona en la debilidad ”. El Salmista dijo: “…Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” (Sal. 51:17).  En el caso de Pablo cuando más débil era su condición en la carne por todas las dificultades, más grande se hacía su deseo de estar con Cristo (Fil. 1:21) lo que obviamente solo puede desear quien esté seguro de su salvación y relación con el Señor. Tantos miles de personas, aún cristianos viven sumidos en un mar de Temor en relación al coronavirus, pero, ¿qué es lo peor que pueda pasar?, ¿Morir? No, más bien morir para un cristiano fiel es solo el inicio de la gloria que ha de venir (Fil. 3:20). Me temo por mucho, que los cristianos del 2020 en una gran mayoría estamos fallando en volver nuestra mirada al cielo(Col.3:2) en ves que al televisor para saber cuál fue la cifra de contagios del día de hoy reportada por el gobierno.

Este es el tiempo indicado para mostrar de qué semilla hemos nacido los cristianos (1Pe. 1:23), para decirle a todos por nuestros actos o por nuestro Facebook que los cristianos no viven en temor aunque el mundo se hunda y la gente muera en masas (aunque nos dolemos por eso), que nuestra fe está en un mundo mejor, en cielos nuevos y tierra nueva donde mora la justicia (2Pe.3:13).  El poder de Dios se encuentra en su palabra, es ahí donde nos hacemos fuertes al estar débiles. Nada ni la psicología, o la medicina puede reemplazar la satisfacción que brinda la palabra de Dios en un enfermo del alma o un soldado caído. Ningún otro lugar en la Biblia lo expresa con tanto sentir que el Salmo 46:1 cuando dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Ser débil como lo decía Pablo es reconocerlo y buscar amparo y fortaleza pues también el salmista decía: “El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho” (Sal. 62:2).

Quien se considere así mismo fuerte todo el tiempo debería de tener cuidado. En una batalla yo prefiero ser débil y esconderme detrás de la roca que es Cristo y no salir al frente pensando que soy muy fuerte y no ocupo de nada. El ser débil también nos ayuda a reposar en hermanos fieles y confiar en ellos, no solo eso sino que les provee a ellos la oportunidad de prestar un servicio a un siervo de Dios, Cristo dijo: “…en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mt.25:40). Depender del consuelo de otros no es fácil es de hecho un tanto humillante y consolar a alguien quien está pasando por algo que a lo mejor yo no he pasado tampoco es fácil, pero el esfuerzo de ambas partes cumple uno de los más grandes y bellos mandamientos en el Nuevo Testamento y en los que el Señor hizo  énfasis: “…amaos los unos a los otros” (Juan 13:34), cuesta creer que en algo tan simple como una visita, una cena, e inclusive pasar la noche en casa de mi hermano angustiado o en problemas (quien sufre de tristeza ha experimentado que las noches suelen ser más deprimente que el día) le muestra al mundo el amor de Dios y de esta forma evangelizamos mientras ayudamos a nuestra familia en Cristo ¡Cuando soy débil, entonces soy fuerte!, cuánta sabiduría en tan corta frase. La debilidad llegará  a todos los seres humanos en el algún momento u otro, pero sí ha de llegar, ¿No cree usted que es mejor que llegue estando en el Señor?.

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